Fútbol
El Real Madrid encuentra la paz y gana 4-1 al Huesca
Hazard abrió el partido con un golazo y abrió la puerta del rival. Después, plácido encuentro para los de Zidane, que dio descansos y juntó unos minutos en el campo a Benzema y Vinicius
Insistía el Real Madrid por el centro sin éxito, chocando contra el muro del Huesca y sin encontrar opciones claras de hacer daño. El conjunto aragonés estaba bien plantado, con Rafa Mir incordiando a los centrales blancos. Jugaba sin complejos el equipo de Míchel, mientras los de Zidane buscaban sin mucho éxito, una llave con la que abrir el candado Le cuesta mucho en ataque estático, se meten Hazard y Asensio hacia el centro, llegan ahí también los centrocampistas y como se tira muy poco de lejos, se forma un embudo. Por eso abusa de los centros al área el Real Madrid, pese a que no tiene un rematador específico para eso. Fue Sergio Ramos el mejor delantero centro, con un espectacular remate de cabeza. No jugó Jovic ni un minuto y debe pensar Zidane que no le hace falta con ese central para todo.
No se definía el Madrid, era rápido el Huesca en buscar las contras, hasta que llegó Hazard, cambió el partido y despejó el horizonte. El belga fue titular por delante de Vinicius, con Benzema en el centro y Asensio en el otro lado. Ni Edén ni el mallorquín acabaron el partido porque con todo a favor, Zidane pensó en que el martes llega el Inter y hay que volver a jugarse la vida en la Champions. Es la señal más clara de que el entrenador francés ha encontrado el equipo titular o por lo menos, ha encontrado el trío de ataque.
Los goles le fueron dando la razón, menos Asensio, que no termina de romper, pero con el que va a tener paciencia. Tan pegado a la banda no parece sentirse cómodo y busca otras zonas del campo para tocar más el balón. No tiene suerte por ahora. Marcaron, en cambio, Hazard y Benzema. El primero fue decisivo. El belga recibió en la posición de media punta, se dio media vuelta y su tiro fue inalcanzable para Andrés Fernández. Para eso está, para decidir los partidos en los que la puerta no se abre y donde el Madrid no hace más que chocarse con un muro.
El talento individual es decisivo, por eso se paga caro. Y Hazard es el que más tiene dentro de la plantilla de Zidane. No fue especialmente efusivo en la celebración. Pero la noticia es excelente para el Real Madrid. Con Hazard aportando y con regularidad, el cambio puede ser radical.
Contra el Huesca, cambió totalmente el partido. El Real Madrid perdió ansiedad y al Huesca se le fue todo el aplomo. No le volvió hasta que ya tenía el choque perdido ya en la senda final del choque. Un gol en contra del Real Madrid es un peso excesivo para cualquiera. Los rivales como el Huesca se enfrentan al Madrid con la esperanza de no recibir el primer gol; si ocurre, el resto del partido, casi siempre, es una reconstrucción de los pedazos.
Mucho más cómodo, Benzema hizo el segundo antes del descanso. Le puso el balón Lucas Vázquez, uno de los jugadores más atinados, que puede que haya encontrado en la banda derecha el lugar ideal para no convertirse en la diana de las críticas cuando las cosas se tuercen. Su espíritu ofensivo le ayuda. Falta por medirle en defensa contra jugadores con más peligro.
El Madrid se vio más ligero porque el Huesca se tuvo que abrir y lo que antes no salía, los pases rápidos y en corto que morían en la orilla, ahora sí que eran efectivos. Fueron los tres de ataque los que construyeron el mejor gol combinativo, que remató Valverde, incansable como siempre. Ni él ni Casemiro terminaron el choque. También ha encontrado Zidane ahí a la pareja de centrocampistas que le tiene que mantener el nivel físico. Modric jugó todo el partido, así que es probable que no sea titular en Champions.
El partido no tuvo más historia que el lucimiento personal, cierto desorden, el tanto del Huesca y otro más de Benzema para sus estadísticas. Zidane dio descansos y tiempo. Se vieron regates de Isco, en busca de sí mismo y la velocidad de Rodrygo, siempre mejor con el partido abierto. Además, el morbo de ver cómo se trataban Benzema y Vinicius, con buenas sensaciones esta vez. Estuvo cerca de marcar el francés tras una buena carrera del brasileño. No fue el mejor pase ni el mejor remate y nos quedamos sin ver el abrazo con el que finiquitar una de las historias que suelen nacer en los equipos que no terminan de arrancar.
Al Madrid aún le falta ritmo, pero ya, por fin, vivió un partido con tranquilidad.
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