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Todos contra la dinastía de LeBron James en los Lakers

La NBA arranca con el campeón como favorito y con un equipo reforzado con la llegada de Marc Gasol

LeBron James, en un partido de pretemporada ante los Suns de Phoenix
LeBron James, en un partido de pretemporada ante los Suns de PhoenixMatt YorkAP

Arranca la NBA y LeBron James cumplirá 36 años dentro de una semana. Su lista de desafíos no concuerda con su edad y con los cuatro anillos que ya ha ganado. Va a la caza de los cinco de Kobe y ambiciona los seis de Jordan. Por eso tiene esta temporada y dos más de contrato. Tiempo suficiente para dejar de ser el tercer máximo anotador de la historia y superar a Karl Malone y a Abdul-Jabbar. Por todo eso y porque quiere compartir cancha con su hijo Bronny. El mayor de sus herederos aspira a entrar en el draft de 2023 y ahí quiere seguir LeBron dando guerra.

La caza de esta temporada va a ser con un equipo rearmado. Después de ganar el décimo séptimo anillo e igualar así a los Celtics, los Lakers se han reforzado. Y lo han hecho como nadie. Marc Gasol ha cambiado Canadá por L. A. «Me han fichado por el tipo de jugador que soy y porque soy complementario con los jugadores que hay», asegura el pívot. A su llegada se han sumado el base alemán Dennis Schröder y el ala-pívot Montrezl Harrell, el Mejor Sexto Hombre de la temporada pasada. Con Anthony Davis, «defender a estos Lakers va a ser una pesadilla», se asegura desde Estados Unidos.

Marc Gasol defendido por Serge Ibaka
Marc Gasol defendido por Serge IbakaDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La NBA regresa sólo dos meses y medio después de clausurar la exitosa burbuja Disney, donde los Lakers se proclamaron campeones. Este año todo será diferente. La Liga vuelve en plena tercera ola del coronavirus en Estados Unidos. La pretemporada ha sido la más corta en la historia de las ligas profesionales y el ejercicio contará con 72 partidos en la primera fase, diez menos de los habituales. Los playoffs podrían prolongarse hasta el 22 de julio, horas antes del arranque de los Juegos de Tokio.

No habrá burbuja, al menos de momento, y los equipos se embarcarán en las habituales giras interminables por todo Estados Unidos. El protocolo sanitario de la NBA establece controles diarios para todos y doble control los días de partido. Los primeros resultados son esperanzadores: un positivo después de más de 500 análisis. Las medidas sanitarias han provocado que incluso una franquicia deba trasladar su sede. Los Raptors han dejado Toronto por la cuarentena que establece el gobierno canadiense y se han instalado en Florida, uno de los estados más castigados por la pandemia.

Si los Lakers ofrecen pocas dudas, los aspirantes a desbancarlos están plagados de incógnitas. Sus vecinos en Los Ángeles, los Clippers, vivirán la segunda temporada del dúo Kawhi-Paul George. La primera no tuvo final feliz en Disney e hizo dudar de su capacidad competitiva. Ibaka es su principal refuerzo. A los Nuggets, sus rivales en la final del Oeste, se les exigirá esta temporada algo más que ser el primer equipo en la historia que remontó dos eliminatorias con 3-1. Y en Houston están pendientes de si «La Barba» Harden –otro que ha llegado pasado de kilos– se va a los Sixers o se queda en Texas. Si permanece en los Rockets, entre él, Wall –dos de los cinco jugadores mejor pagados con sueldos por encima de los 40 millones de dólares– y Cousins cuidado.

En el Este el nivel es el mejor de las últimas temporadas. En Brooklyn están los Nets con Kyrie Irving y el resucitado Kevin Durant, que no juega un partido oficial desde el 10 de junio de 2019. Si su tendón de Aquiles responde con 32 años, Steve Nash tendrá un estreno en los banquillos ilusionante. La quiniela de candidatos la completan los últimos finalistas, Miami Heat, los Bucks y los Celtics. Antetokounmpo tiene que justificar al menos llegando a las Finales el contrato más alto en la historia de la Liga. 228,2 millones de dólares por cinco temporadas obligan y mucho. En Boston hay materia prima para pelear por el anillo.