Open de Australia
La lucha de Nadal contra la lumbalgia
Nadal supera a Djere en su debut en Australia. Tuvo que cambiar el gesto del saque por las molestias en la parte baja de la espalda. La recuperación entre partidos será decisiva
En este Open de Australia más que en ningún otro Rafa Nadal juega un partido dentro de la pista y otro fuera que es igual de importante. Al hacer el gesto del saque, su espalda se pone tensa y eso es una lata. Es en la zona baja, en la musculatura lumbar. Una lumbalgia por esfuerzo que le impide hacer con naturalidad ese primer golpe tan importante. Lo necesita para poder dominar los puntos, más en superficies rápidas como la de Melbourne, que este 2021 es incluso un poco más veloz de lo habitual. «El año pasado la pelota era lentísima y no sé si lo han hecho para contrarrestar eso. Es el Open de Australia más rápido que he jugado. No me perjudica... Si estoy bien para sacar», explicó Nadal. «Hoy lo que podía hacer era perder el torneo, y he logrado sobrevivir», afirmó el manacorense tras superar la primera ronda ante el serbio Djere (6-3, 6-4 y 6-1), contra el que tuvo que cambiar un poco ese golpe inicial, cuidándolo, algo más suave, lo que no impidió que lograra cinco saques directos, que conquistara el 83 por ciento de los puntos que jugó con primero (40 de 48) y que sólo cediera un break en cinco opciones concedidas. «Ahora tengo un día y medio para descansar», aseguró Rafa.
Ahí es donde empieza el otro partido, el de fuera de las canchas. La lumbalgia se va con tratamientos de calor y frío, ejercicios de fisioterapia y con actividad moderada más que con reposo absoluto, pasados los primeros días. Las optimistas previsiones son que la lesión vaya a menos conforme avance el torneo, y el camino que le ha quedado al español facilita en parte que así suceda. Respetando a todos los tenistas, claro, en segunda ronda le espera el joven estadounidense (23 años) Mmoh, que tiene como mejor registro en los Grand Slams una segunda ronda en Australia y el US Open, ambos en 2020. Para el siguiente duelo le ha desaparecido del cuadro Daniel Evans, cabeza de serie número 30. Nadal, además de recuperarse de sus molestias, que es lo fundamental, necesita ritmo de competición, porque el de ayer fue su primer partido oficial desde que perdiera las semifinales de la Copa Masters ante Medvedev, el pasado noviembre. La pretemporada ha sido rara y los dolores le hicieron ser precavido y «saltarse» la Copa ATP. Sólo ha jugado una exhibición ante Thiem y ya. A partir de octavos ya sí podrían llegar curvas con los Fognini o De Miñaur, Tsitsipas...
«Para aspirar a lo que yo he venido aquí necesito estar mejor de la espalda», siguió contando el zurdo lo que le sucede. «Cuando sacas con cuidado, la recuperación es más lenta al caer del servicio y esto repercute en el juego en general, en la agresividad... Al resto no tengo problemas», continuó. Contra Djere se volvió a ver la idea del manacorense de ser un poco más agresivo en su juego, lo que lleva años puliendo para intentar acortar los puntos, pasar menos rato en pista y cuidar así su salud. Lo mostró desde el resto a los segundos saques: se iba para adelante en lugar de pegarse a la valla, como suele suceder, sobre todo, en tierra. Rafa se mostró especialmente fino con el revés, que golpeó muy limpio y (¡sorpresa!) con más fuerza todavía que la derecha. Sin complejos. Pero el partido lo cerró con tres derechas paralelas espectaculares en el juego que más se le complicó. Tres golpazos, más moral para el español.
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