Snowboard

La historia de superación y la promesa cumplida con su hermano de Lucas Eguibar, campeón del mundo

Su hermano sufrió un grave accidente en 2013. Uno prometió recuperarse, el otro ser el mejor en su deporte

Lucas Eguibar celebra el título Mundial que ganó en Suecia
Lucas Eguibar celebra el título Mundial que ganó en SueciaAnders WiklundAP

Lucas Eguibar, campeón del mundo de boardercross, la especialidad de snowboard que es como surfear en la nieve, una carrera trepidante, veloz, con caídas... Espectacular. “No sé ni qué decirte, no me acuerdo de nada, estoy como soñando ahora mismo”, decía el donostiarra nada más terminar, en un vídeo difundido por la Real Federación de deportes de invierno. “No me lo creo”, dijo también. Pero es verdad: la plata que logró en Sierra Nevada en 2017 la ha convertido en oro... Y además sigue cumpliendo la promesa que se hizo con su hermano.

Porque detrás de Lucas está también la historia de Nico. En 2013 sufrió un grave accidente y le dieron seis horas de vida. Logró salir adelante y la promesa que se hicieron más o menos fue así, y se resume en una palabra “luchar”: yo me recupero y tú tienes que ser el mejor en tu deporte. Ya lo es: campeón del mundo. Así explicó Lucas en una entrevista con este periódico en 2018 cómo le cambió la vida lo que le sucedió a su hermano: “El accidente a mí me hizo reaccionar, pensar si lo estaba haciendo bien... No sé, me hizo replantearme quién era yo, qué iba a hacer y cómo lo iba a hacer. Me ayudó en eso, me hice las preguntas, que esto se puede acabar en un momento, puede ser hoy, mañana, igual dentro de 40 años... Y me hizo replantearme: ¿si me pasa como a mi hermano y tengo un accidente, voy a estar a gusto con mi vida? Y dije: «Mira, tengo la oportunidad de hacer snow y de hacerlo muy bien, así que voy a por todas». Y luego, como todo salió bien con él, me puse más feliz, empecé a entrenar; y él, cuando yo hacía carreras siempre iba a verlas, de hecho las sube a Facebook y las comenta, y se pone muy contento, y más cuando gano. Tiramos mutuamente uno del otro”. La historia de los dos quedó plasmada en un corto que pone los pelos de punta titulado “Gigantes Paralelos”.

 

“No tengo palabras... No siento las piernas, bueno, las siento, me duelen mucho”, siguió Lucas contando sus sensaciones, y la táctica que utilizó: “Ir tranquilo y esperar al final para apretar”. Le funcionó a la perfección y es la guinda a una trayectoria espectacular, pues fue ganador de la Copa del Mundo 2014-15 y doble medallista de plata, tanto en individual como por equipos, en los Mundiales de Sierra Nevada (Granada) hace cuatro años. “Llevo muchos años luchando por un resultado como éste, casi desde los Mundiales de Sierra Nevada. Y no llegaba. Han sido cuatro años muy duros, pero al fin ha llegado. Estoy muy contento, no me lo puedo creer, es increíble”, aseguró a Efe. El año que viene le espera otra gran cita: los Juegos de Pekín (4-20 de febrero). Será su tercera participación olímpica. En Sochi 2014 terminó séptimo y en Pyeongchang, cita de la que fue el abanderado del equipo español, se cayó casi nada más salir. Ahí fue bronce su compañero Regino Hernández.