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Laporta vuelve a ser presidente del Barça: la historia se repite 11 años después

Venció con el 58 por ciento de los votos. En 2003 cogió a un club roto tras la marcha de Figo al Madrid. Ahora lo hace en una de las mayores crisis económicas y pendiente del futuro de Messi

«Las sensaciones son buenas. He salido a votar y ha salido el sol», decía Joan Laporta. Con ese optimismo afrontaba el todavía candidato la jornada electoral. El ya presidente, porque sí, ganó las elecciones, como apuntaban todos los sondeos, tendrá que mantener la moral alta para sacar adelante una situación más que delicada. «El reto es importante: que el Barça siga siendo sostenible económicamente para que continúe perteneciendo a sus socios», explicaba.

No es la primera vez que se va a encontrar algo así porque cuando ganó las elecciones en 2003 (estuvo en el trono del Camp Nou hasta 2010) fue para ponerse al frente de una entidad que llegaba de cuatro años de sequía deportiva en la sección de fútbol. El comienzo del siglo XXI fue demoledor para el conjunto azulgrana: comenzó con la marcha de Figo al Madrid y ese dinero no se supo invertir (lo que es una similitud a lo sucedido con Neymar), el equipo era un desastre y el estadio, un clamor. Aquellas elecciones las ganó con la promesa de fichar a Beckham (terminó siendo Ronaldinho) y el Barça revivió con Rijkaard como técnico, se quemó pronto, tuvo un bajón en el que Laporta dejó esa frase de «al loro, que no estamos tan mal» que todavía se recuerda, y se recuperó por todo lo alto con Guardiola en el banquillo y Messi en el campo. Ahora no hay fichajes como reclamo, pero está la situación de Leo.

«Lo primero que haré mañana [por hoy] será llamar a Jorge Messi», ha admitido el máximo mandatario. El «10» dice que hasta final de curso no tomará la decisión de seguir o irse. El verano pasado tenía claro que su intención era marcharse, ahora no se sabe. En el grupo se le ve a gusto, parece en sintonía con Koeman y se divierte con futbolistas como Pedri. Eso a día de hoy, porque el fútbol cambia por momentos. El Barça va a pelear por ganar la Copa, pues está en la final ante el Athletic Club, y la Liga se ha puesto interesante y ya no es misión imposible, aunque siga siendo difícil. Pero el miércoles es la visita al PSG, el gran golpe que ha sufrido el Barcelona este curso de nuevo porque en la ida de octavos encajó un 1-4 que le hizo ver que sigue sin ser competitivo en la Champions. La continuidad de Messi también supondría tener que seguir haciendo números, porque, aunque no le vayan a pagar lo que cobra ahora, seguiría siendo una ficha altísima y la primera prioridad del club es reducir la deuda de más de 1.100 millones que tiene. La pandemia ha puesto de manifiesto lo al límite que iba el Barça en concreto y el negocio del fútbol en general.

Votaron Messi, Piqué, Busquets, Luis Enrique...

Leo fue uno de los socios que ejerció su derecho a votar, acompañado de su hijo mayor Thiago, que le ayudó a meter la papeleta. Una leyenda como él nunca antes lo había hecho. Otros jugadores como Piqué, Riqui Puig, Busquets, Sergi Roberto y Jordi Alba también acudieron a apoyar a su favorito, lo mismo que el seleccionador español Luis Enrique. La participación superó con creces la de las últimas elecciones. El porcentaje superó el 50 por ciento en un día a importante para la historia del club.

Laporta también se había presentado en 2015 y fue derrotado por Bartomeu, que llegaba con viento a favor después de que el Barça de fútbol hubiera conquistado el triplete. Esta vez creó misterio sobre si lo iba a hacer en estos comicios y comenzó «pegando» fuerte con el gigantesco cartel enfrente del Santiago Bernabéu con el mensaje: «Ganas de volver a veros». Su personalidad y el aval de que ya lo logró una vez le han hecho ganar (con el 58 por ciento de los 55.676 votos totales) ante Víctor Font (32 por ciento), que llevaba años preparando la campaña y era la opción más rupturista; y Toni Freixa (9 por ciento), la opción más «conservadora». Font tenía la baza de Xavi, pero más o menos todo el barcelonismo cuenta con que los caminos del mítico centrocampista y del club se van a encontrar más pronto que tarde. Laporta ha tenido una campaña comedida si se tiene en cuenta que ha sido un hombre de excesos. También ha dejado aparte su marcado independentismo como demostró en la presentación de su campaña comenzó con un «en el Barcelona caben todos».

Otros de los temas pendientes son mejorar la imagen del club tras los últimos escándalos, sobre todo el «Barçagate» de Bartomeu, y la continuidad de Koeman, que como todo entrenador está en manos de los resultados. Jordi Cruyff apunta a director deportivo, aunque los fichajes estarán limitados por la economía. Laporta, por si acaso, recuerda sus buenos contactos con algunos de los representantes más importantes del mundo, como Raiola, que es el de Haaland...