Piragüismo
Denuncian amaño en el proceso de selección del K1 y K4 masculino para los Juegos de Tokio
El proceso de selección era el pasado fin de semana, y denuncian que le hicieron el vacío a Cristian Toro
El Club Fluvial de Lugo puso en duda el proceso de selección del K1 200 y el K4 500 de categoría masculina para los Juegos Olímpicos de Tokio y así se lo transmitió en una carta formal al presidente de la Federación Española de Piragüismo, Pedro Pablo Barrios. En la misiva, el presidente de la entidad lucense, Tito Valledor, denuncia “posibles irregularidades en el proceso de selección” y reclama un selectivo “lo más limpio, igualitario y transparente posible” para que en Japón represente a España “la mejor embarcación posible”.
El club gallego sostiene en un comunicado que actúa en defensa legítima de su deportista Cristian Toro ante la conducta “totalmente unilateral y absolutamente parcial o partidista por parte del entrenador Miguel García”. En este sentido, reclama que, “en aras de una selección objetiva y real, se vuelva al criterio de clasificación anterior, realizando pruebas en línea en la modalidad de K1 200 metros y 400 metros, siendo los cuatro mejores clasificados los que integren el K4”.
Según su versión, “el comportamiento del entrenador Miguel García y los hechos ocurridos el pasado fin de semana en el campo de regatas de Trasona (Asturias)” motivan este “paso al frente” que da el club gallego. ”El punto de partida de los hechos que ahora denuncia el Club Fluvial tuvo lugar en la no conformidad con los criterios de selección, establecidos en el año 2019, tanto por parte del técnico como de los integrantes del K4 subcampeón del mundo ese mismo año: Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade”, advierte.
Añade que "el propio entrenador llevaba a cabo una defensa de la embarcación que participó en el Campeonato del Mundo de 2019, sin tener en cuenta al resto de deportistas que estaban incluidos en el proceso de selección como son Cristian Isaac Toro y Carlos Garrote".
Recuerda el Fluvial que el selectivo finalmente tuvo que interrumpirse por la situación sociosanitaria que afectó a todo el planeta en el año 2020.
“En la temporada 2020-2021 se optó por que todos los seleccionados (6) formaran un solo grupo de entrenamiento para realizar las evaluaciones del K4 y entrenar juntos para favorecer la relación entre ellos. Todo para intentar formar la mejor embarcación K4 posible”, explica. Relata que “los criterios se adaptaron a la nueva situación y es, a partir de entonces, cuando se viene a demostrar una actuación totalmente unilateral y absolutamente parcial o partidista por parte del entrenador Miguel García”.
Asegura el Fluvial que “el propio entrenador ha sido quien ha convocado las pruebas sin previo aviso y sin que la RFEP haya sido la que realizase la convocatoria, dictando a su antojo unas normas y fechas sin ser esta su función, ni su responsabilidad”. ”La falta de información sobre el primer periodo de evaluaciones, llevado a cabo en Sevilla, fue absoluta, y la prueba definitiva de las irregularidades tuvo lugar el pasado fin de semana en las regatas celebradas en Asturias”, abunda.
Afirma también que “las pruebas desarrolladas desde el jueves 4 al domingo 7 de marzo arrojan cifras que cualquier técnico especializado en la materia podría calificar como ‘sospechosas’”. ”Después de los tests individuales de K1 200 metros del jueves se llevaron a cabo las pruebas de la embarcación grupal sobre 500 metros. El viernes fue el turno de Saúl Craviotto, Carlos Garrote, Carlos Arévalo y Cristian Isaac Toro que marcaron un tiempo de 1:24. El sábado Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Cristian Isaac Toro pararon el crono en 1:24.6″”, dice.
Según su versión, “es el domingo cuando la actuación del cuarteto que componen Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade levanta todas las sospechas”. ”Los actuales subcampeones del mundo en la distancia fijaron la marca en 1:20.08, lo que supone prácticamente 4 segundos de diferencia con respecto al K4 del día anterior y todo ello teniendo en cuenta que solo se había modificado el cuarto integrante de la embarcación”, apunta.
Para el Fluvial de Lugo, “este detalle confirma las sospechas de que el K4 que compitió en el año 2019 en el Campeonato del Mundo de Hungría, y que en todo momento se opuso a cualquier proceso de selección en el que pudiesen estar otros integrantes que no fueran esos, tenía que ser el seleccionado”. ”Esta actitud acredita igualmente que los citados palistas, deliberadamente, no han actuado de forma objetiva ni con el mismo rendimiento que en las otras combinaciones realizadas”, precisa.
Por todo ello, la entidad gallega decidió denunciarlo públicamente “no sólo por defender los intereses” de Toro, “sino también por velar por los valores de limpieza, compañerismo y deportividad que deben reinar en esta disciplina y en toda selección justa a la vez que objetiva”.
Después de todo el lío, el proceso de selección de la tripulación del K4 500 sufrirá un reajuste, después de que este martes no se disputase la prueba contrarreloj que tenían previsto palear Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Cristian Toro en el campo de regatas de Trasona (Asturias), informó la Federación Española de Piragüismo. “A partir de ahora lo que tenemos que hacer es entrenar y vamos a cerrar el proceso de la mejor manera posible desde el sentido común y el trabajo, con lo cual llegaremos a un punto de consenso en el que podremos finalizar la selección con claridad”, explicó el seleccionador Miguel García. “El test previsto para esta mañana no se ha disputado porque los deportistas, después de todo este maremágnum, no están en condiciones de aportar el 100 por cien en cada prueba, de manera que la información que íbamos a obtener no nos sirve”, comentó el técnico, que descartó hacer el resto de pruebas contrarreloj programadas para esta semana.
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