Karate

Damián Quintero, una plata con polémica

El japonés Ryo Kiyuna logró el oro y dejó al español en el segundo lugar del podio. Él y Sandra Sánchez serán los abanderados de España en la ceremonia de clausura

Damián Quintero, el número uno del mundo del karate, se quedó a las puertas del oro olímpico. En una final de katas apretadísima con el japonés Ryo Kiyuna, Quintero logró la plata porque los ocho jueces de la final puntuaron con 28,72 el kata “Ohan Dai” del ídolo local. El español se quedó en 27,66 con “Suparinpei”. Con 37 años y en una disciplina que se estrenaba en Tokio y no estará en París 2024, Quintero tenía un sueño y lo rozó con un kata casi perfecto. No cometió un error, pero los jueces, que ya habían dado una puntuación superior al nipón en la primera fase confirmaron su favoritismo.

Si la final femenina entre Sandra Sánchez y Kiyou Shimizu era la esperada por todo el mundo, la final masculina también medía a los dos mejores karatecas del planeta. Quintero es el número uno del ranking y Ryo Kiyuna el vigente campeón mundial. El duelo entre ambos arrancó en las rondas clasificatorias donde el nipón fue ligeramente superior. En la fase inicial disputada en el Nippon Budokan tokiota, el español acabó primero del Grupo A tras presentar los katas ”Kururunfa” y “Ohan Dai” que le dieron una nota media de 27,37 puntos. Kiyuna lideró el Grupo B con 28,33 puntos de media en los katas “Ohan” y “Anan”. En la siguiente ronda, en la que los clasificados debían hacer un kata más para decidir los cruces por las medallas, Quintero logró un 27,28 y Kiyuna un 28,72, ambos con un “Anan Dai”.

Quintero confesaba antes del combate decisivo que había pasado “un par de días agobiado y con muchas cosas en la cabeza, pero me he venido arriba. Me ponen una escalerita y me emociono. He conseguido evadirme de la atmósfera, me he encontrado muy a gusto y ha salido el trabajo de todos estos años”. Pero enfrente estaba Kiyuna, “el rival a batir, pero si lo consiguió . Sandra, ¿por qué no yo?”, comentó.

En la final Quintero elaboró un kata impoluto. Combinó potencia y ritmo a partes iguales. El apartado físico supone el 70 por ciento de la puntuación y el técnico, el otro 30. La sensación de poderío de Quintero durante todo el kata y su estabilidad en la complicada fase final eran avales suficientes para aspirar al oro... pero enfrente estaba el cuatro veces campeón del mundo. Sandra Sánchez pudo con la anfitriona. Una nueva derrota iba a ser demasiado para Japón. Y el karateca originario de la isla de Okinawa terminó subido a lo más alto del podio. A sus seis campeonatos de Europa, dos subcampeonatos mundiales y dos continentales, Quintero ha sumado una plata olímpica, aunque el sueño era otro.