Golf

Tiger Woods pone fin al sufrimiento: se retira del PGA cojo y último en la clasificación

El mejor golfista de la historia sigue recuperándose de los daños que sufrió en la pierna derecha por un accidente de tráfico

Tiger Woods, durante la tercera jornada del PGA
Tiger Woods, durante la tercera jornada del PGATANNEN MAURYAgencia EFE

“Tengo dolor, eso es un hecho”, decía Tiger Woods al acabar la tercera ronda del PGA Championship. Se le ve sufrir donde no hace tanto era el rey. La pierna derecha es una tortura para él, cojea a veces y decidió poner fin al sufrimiento: por primera vez en su carrera se retira de un “major”. El accidente de coche que sufrió en febrero de 2021 le sigue lastrando. Es más, él mismo aseguró que ya no iba a poder ser el de antes, que no se iba a poder volver a dedicar a su deporte al cien por cien.

Incluso reconoció que estuvieron a punto de amputarle la pierna derecha, que fue operada. Pese a todo, sigue intentándolo, seleccionando los torneos: participó en el Masters y compartió una última vuelta muy tranquila con Jon Rahm, ya con ambos sin opciones, hablando del golf y de la vida. En el PGA pasó el corte en lo que estaba siendo una oda al sufrimiento. Arrancó el torneo con buenas sensaciones, “mejor que en el Masters”, según sus propias palabras, pero con el paso de los días ha ido a menos. El frío ha contribuido a que su pierna le duela más. El tercer día firmó unos durísimos 79 golpes, con siete bogeys, un triple bogey y un birdie. Eso le colocaba con un total de 222 golpes, último clasificado empatado con otros tres golpes y a 21 impactos del líder, el chileno Mito Pereira. “No he jugado bien, no golpeé bien la bola y no empecé como necesitaba. (...) No pude parar de hacer ‘bogeys’, no hice nada bien. No tuve muchos buenos golpes y, de paso, terminé con números altos”, admitió. Un rato después, se retiró.

Caída y resurgimiento

Tiger ha ganado cuatro veces el PGA: 1999, 2000, 2006, 2007 y 2008 y tiene un total de 15 majors. Es considerado el mejor golfista de la historia y su aparición a finales del siglo pasado fue toda una revolución. La espalda ha sido el gran problema. Tuvo que ser operado en varias ocasiones e incluso tocó fondo al engancharse a los medicamentos para aliviar el dolor, dejando imágenes muy duras. Salió de ahí, incluso tuvo que cambiar su juego, la forma de golpear el swing, y en 2019 volvió a ganar el Masters de Augusta, sorprendiendo al mundo.

El accidente de coche fue un nuevo contratiempo contra el que está peleando ahora, con 46 años. No se rinde.