Entrevista

Alejandra Salazar: "Ahora una niña de 15 años sí puede pensar en ser profesional, esa es la diferencia"

A punto de empezar la temporada, la número uno del mundo cuenta cómo ha evolucionado su deporte, el que más ha crecido en los últimos años

Alejandra Salazar (Madrid, 1985) empezó a jugar al pádel y al baloncesto cuando tenía ocho años, siguiendo los pasos de sus hermanos y de su madre. Al final apostó por la pala y parece claro que acertó: es la número uno del mundo y ha visto cómo su deporte es posiblemente el que más ha crecido los últimos años. “Engancha muy fácil”, asegura en su visita a LA RAZÓN, que se ha convertido en uno de sus patrocinadores.

¿Por qué tanta gente juega al pádel?

Es fácil, es sencillo empezar a golpear la pelota e ir mejorando. Te va picando ese gusanillo de querer probar cosas nuevas, y ese pique sano con los amigos que te hace repetir, y al día siguiente querer a lo mejor esa revancha. Es un ambiente muy sano a nivel social, porque haces deporte, te ríes, estás con la gente que quieres.

"El salto ha sido brutal, pero todavía le queda recorrido"

ALEJANDRA SALAZAR

Pero no tiene nada que ver de cuando usted empezó a ahora...

Ha sido brutal el salto que ha dado a todos los niveles. Los jugadores ahora son mucho más profesionales en todos los ámbitos, somos más conocidos, hay más pruebas en todo el mundo... Todavía le queda bastante recorrido, pero es abismal el cambio.

Ya se juega en muchos países.

Hace años era impensable jugar en los Emiratos [el primer torneo del World Padel Tour es en Abu Dhabi, del 20 al 26 de febrero], donde vamos ahora, o ir a la gira suramericana. Ya no es sólo España y un poquito más, estamos viajando por todo el mundo y es una maravilla ver cómo crece y cómo se consolida en todas las partes.

¿Cuándo pasa de ser ese juego divertido con los amigos a decir: “Me quiero dedicar a esto”?

Se fue dando muy poco a poco, yo seguía estudiando la carrera [Administración y Dirección de Empresas]. Se me daba bien, tenía compañeras cada vez mejores... El circuito no era lo que es hoy en día, no pensabas: “Voy a ser profesional del pádel”; porque no daba económicamente para poder vivir de ello. Lo tenía como hobby, pero se fue dando que fuera mi profesión y mi manera de vivir. No tiene nada que ver con el cambio que ha dado el circuito y con lo profesional que se ha vuelto, ahora una niña de 15 o 16 años sí puede ver: “Quiero ser profesional en el pádel”. Esa es la diferencia.

Ahora sí se puede vivir de ello: ¿cuántas jugadoras del ranking?

No te sabría decir un número, pero cada vez es mayor el número de jugadoras que no tienen que dar clases o estar haciendo otro trabajo para poder competir y costearse los gastos.

Al final, el deporte de élite exige dedicación plena...

Eso es. Es un 360.

¿Se dan diferencias económicas, de trato, etc. entre hombres y mujeres?

Sí, no sé si hay algún deporte en el que no pase. Pero tengo también que decir que en el pádel no es tanta la diferencia que venimos teniendo y en los últimos años se han acortado. Estamos trabajando en ello, tenemos una asociación de jugadoras e intentamos que las condiciones sean las mismas en todos los niveles.

¿Cómo es la preparación, aparte de la pista?

Lo que más se ve son las horas de gimnasio, la preparación física; las horas de pista y luego trabajamos mucho la visualización de partidos para ver qué cosas nos sirven, qué cosas no, ver a las rivales, también dedicamos horas a ir a fisioterapia y recuperar, tenemos sesión de psicóloga tanto en equipo como individual todas las semanas, a nivel de nutrición intentamos seguir las pautas que nos mandan...

¿Qué importancia le da al factor mental?

Los partidos dan mil vueltas y aquí no hay tiempo. Puedes estar perdiendo 6-0 y 5-0 y ganar. Creo que hay muchos picos de estar arriba, abajo, lo que intentamos es estar lineales, pero a veces no es posible porque tienes muchas emociones que te llevan a estar en un sitio o en otro, cosas que no dependen de ti, el rival también juega muy bien... El que mejor se adapte a esas circunstancias tendrá más opciones de ganar, aparte de estar bien físicamente, técnicamente y en todas las parcelas. Para mí la parte mental, y más ahora con la experiencia, es de las más importantes.

Parece un deporte más de maña que de fuerza...

Diría que ambas. La fuerza también es importante.

¿Cómo se adelantan a esas bolas que se van a salir de la pista?

Te lo da la experiencia, medir bien los ángulos, saber con la potencia que tira el rival para estar atento y salir fuera... Hay gente que tiene más facilidad y ya sabes que lo va a hacer, es un poco también conocer las virtudes del rival.

"Bendita presión la del número uno, que dure"

ALEJANDRA SALAZAR

¿Es necesario ser amiga de su pareja?

Siempre es mejor llevarte lo mejor posible, no hace falta a lo mejor ser amigas, siempre que haya mucho respeto y admiración, porque al final pasamos muchas horas juntas, muchos viajes, momentos de mucha tensión. Es importante que nos conozcamos y que hablemos mucho. La comunicación es vital, lo trabajamos también en la parte psicológica, para conocernos muy bien, saber lo que necesita una y la otra en momentos clave, y al final nos va a hacer más llevadero estar tantas horas y tantos días juntas.

¿Es duro el momento de cambiar de pareja?

Hay de todo. Hay veces que te dejan, otras que dejas... Esa ruptura supone un cambio que a veces te gusta, otras no o no te lo esperabas, y a veces tienes que tomar la decisión tú y es duro porque te llevas bien con esa persona, has tenido una relación buena, pero te ha surgido una oportunidad que crees que es para mejorar. En ese momento de tu vida deportiva crees que es lo mejor y a veces pasas malos tragos al tener que afrontar esas conversaciones.

¿Cómo es la presión de ser número uno?

Siempre digo que bendita presión. Ojalá dure y tenga que vivir lo máximo con ella. Ser número uno es el sueño de cualquier deportistas, y una vez que estás ahí tienes que trabajar en que eso te afecte lo menos posible y que sea normalizado en tu día a día. Todas van a querer enfrentarte a ti y eres el rival a batir. Todas te quieren ganar y juegan sin presión.

¿Cambia la forma de entrar a la pista?

Cambia, pero al final es muy bonito estar ahí y defenderlo con uñas y dientes.

¿Cuáles son las claves para mantener la motivación tantos años?

Una es la pasión que tengo por lo que hago. Siempre encuentro retos, los años van pasando, vas cambiando de compañera, las rivales también cambian, las ciudades... Nunca es un año igual. Como me encanta, es fundamental para disfrutarlo. Luego, también tener empatía y buena comunicación con la compañera.