Opinión

Un Atlético sin identidad y en busca de un milagro ante el Inter

El club debe ser más ambicioso en cuanto a las exigencias al principio de temporada. Simeone tiene que mirar que mirar a Madrid y Barça y no a los que le aprietan por abajo

Morata se cae en el partido ante el Cádiz
Morata se cae en el partido ante el CádizEuropa Press

El Atleti, convertido en adalid de las causas perdidas, continúa hundiendo su reputación cada vez que juega lejos del Metropolitano. Si hace quince días repartió alegría por Almería, colista de la Liga, ahora le ha tocado arrastrarse en Cádiz, otro equipo en puestos de descenso que llevaba sin ganar desde septiembre, pero que contra los de Simeone se paseó sin que en ningún momento corriese peligro su justa victoria.

Los resultados del Atleti contra los equipos de la parte baja de la tabla son ya un mal sistémico, una película varias veces vista y, las excusas después de cada partido, muy manidas como para convencer a nadie. Frases tópicas y lugares comunes por parte de entrenador y jugadores, pero ninguna solución. El mismo equipo que es inquebrantable en casa es un esperpento a domicilio y nadie parece saber por qué. Las estadísticas contra estos equipos se suceden desde hace varias temporadas, pero como es habitual, la consecuencia es la nada. Equipos que ya no están en Primera División han logrado ganar puntos contra los rojiblancos sin que hubiera consecuencias, siempre y cuando el equipo quedase entre los cuatro primeros. Poco importa cómo o contra quién se caiga en Champions y en Copa del Rey, el mensaje está tan interiorizado en el vestuario que nadie ve peligrar su puesto mientras se cumpla el objetivo mínimo que debe tener un club grande. Athletic, Almería y Cádiz son equipos que tiran por tierra cualquier debate sobre el presupuesto o la supuesta falta de calidad de la plantilla, siendo necesaria una reflexión bastante más profunda, independientemente de las filias o fobias que tenga cada uno.

El club debe ser más ambicioso en cuanto a las exigencias al principio de la temporada. Hay que empezar por ahí. Simeone debe mirar hacia Madrid o Barca y no estar pendiente de los que le aprietan por abajo, y los jugadores deben ser exigidos cada minuto de cada partido. No vale elegir los días que tomarse en serio, pues vistas las últimas sensaciones, ganar el miércoles al Inter parece más un milagro que una posibilidad.