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Dusan Ivkovic, baloncesto, yugonostalgia y colombofilia

El entrenador de la última Yugoslavia falleció con 77 años. En sus contratos incluía una cláusula para poder practicar su afición favorita, la cría de palomas

Dusan Ivkovic, ex seleccionador yugoslavo falleció a los 77 años
Dusan Ivkovic, ex seleccionador yugoslavo falleció a los 77 añosDarko VojinovicAP

«Si no hubiera sido por la guerra, creo que hubiéramos ganado al Dream Team. Nosotros no íbamos a hacernos fotos con ellos». La frase corresponde a Dusan Ivkovic, legendario entrenador y seleccionador yugoslavo que falleció la pasada semana en un hospital de Belgrado con 77 años. Ivkovic se refería a la selección plavi que fue doble campeona de Europa (1989 y 1991), del mundo (1990) y subcampeona olímpica (1988). Aquel equipo murió con la guerra de los Balcanes 13 meses antes de la celebración de los Juegos de Barcelona.

Ivkovic se declaraba yugoslavo antes que serbio. Él dirigió el último partido de la selección balcánica el 29 de junio de 1991. Fue en Roma, en la final del Eurobasket ante Italia en la que ya no estuvo el esloveno Juri Zdovc. El gobierno de su país vetó su presencia horas antes del partido. El sueño de Ivkovic para derrotar a Estados Unidos tenía nombres y apellidos: Drazen Petrovic, Toni Kukoc, Dino Radja, Vlade Divac... Su fallecimiento supone el adiós a más de 50 años de presencia en los banquillos y la despedida de un maestro, según otra leyenda como Zeljko Obradovic.

«Duda»comenzó a entrenar a finales de los 60 del siglo pasado en el Radnicki, el equipo en el que había sido base durante diez años. Y eso que el comienzo no fue sencillo. «Mi hermano y yo nos interesamos por el baloncesto con 13 años, pero mi padre quería que sus hijos se dedicaran a jugar al fútbol, al boxeo o a la lucha libre. Entonces nadie veía el baloncesto como se ve hoy. Nos dijeron que era un juego para niñas y gays. A mí me atrajo desde el primer momento», aseguraba en una entrevista.

Su trayectoria a nivel de clubes incluye al Partizán, Sibenka y Vojvodina en su país. A principios de los 80 fue un pionero al recalar en la liga griega. Pasó por el Aris, el PAOK, Panionios, Olympiacos (con el que ganó dos Euroligas en 1997 y 2012) y AEK Atenas. También pasó por Rusia (CSKA Moscú y Dinamo Kiev) y terminó su trayectoria en 2016 en el Anadolu Efes. «Constantemente recibí ofertas de Italia y España, pero decidí quedarme en la parte oriental de los Balcanes», confesaba.

Y eso que en la Liga española y en la italiana podía practicar su otra gran pasión: la cría de palomas. En los contratos con sus equipos siempre había una cláusula en la que se apuntaba que en su lugar de residencia tenía que haber un espacio para la colombofilia. Sólo en Rusia dejó aparcada por un tiempo esa afición. «Mi padre me decía que ‘’el que vigila las palomas siempre está en las nubes’'. Las palomas han estado conmigo durante toda mi vida: crío palomas serbias de alto vuelo y en cada contrato se prescribía que debería haber un lugar para las palomas en mi casa», aseguraba. La afición se tradujo en numerosos galardones.

Con la desaparición de Yugoslavia, Ivkovic siguió ejerciendo como seleccionador. En el regreso internacional de los plavi, ya como Serbia y Montenegro, volvió a ser campeón de Europa en Atenas 1995 y plata, ya sólo como Serbia, ante España en 2009.