Baloncesto

El jugador español “discreto y tímido” que encanta a Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, ex vicepresidente del Gobierno, ha aprovechado sus redes sociales para hablar de uno de sus jugadores favoritos

El español Santi Aldama, jugador de los Memphis Grizzlies de la NBA
El español Santi Aldama, jugador de los Memphis Grizzlies de la NBAKAREN PULFER FOCHTAgencia EFE

A Pablo Iglesias le gusta el baloncesto bastante más que otros deportes y puede que, como las series, lo veo para relajarse antes de meterse en otras de esas batallas políticas a las que tanto entra desde que dejó la política efectiva. El ex vicepresidente utiliza sus redes sociales para mandar mensajes a los suyos y a los no tan suyos, para hablar de su libro y a veces, también para dejar rastro de sus aficiones, como ha hecho esta vez al comentar baloncesto.

Santi Aldama ha participado como titular en la victoria de los Grizzlies contra lo Minnesota Timberwolves (114-103),. En el FedExForum de Memphis, los Grizzlies (9-4) se auparon a la tercera plaza de la Conferencia Oeste con su segundo triunfo seguido, gracias en gran medida a los 28 puntos y 10 rebotes firmados por Ja Morant.

El canario Santi Aldama aprovechó los 34 minutos que estuvo en pista para anotar 12 puntos -5 de 7 tiros de campo, incluidos 1 de 2 triples-, capturar siete rebotes, recuperar dos balones, poner un tapón y terminar algunas jugadas de una manera impresionante; un mate hacia atrás tras recoger una asistencia y sin caer al suelo. Cuenta con la confianza absoluta de Taylor Jenkins y está siendo uno de los jugadores fundamentales del equipo..

“Quizá es, de momento, el más discreto y tímido de los grandes jugadores de baloncesto españoles… Pero es espectacularmente bueno. Yo vi a su padre jugar en las olimpiadas de Barcelona contra Angola en el olímpico de Badalona”, ha asegurado Pablo Iglesias en sus redes sociales

Su padre era Santiago Aldama, que en una entrevista en la web nuevecuatrouno, contaba cómo fue jugar en los Juegos Olímpicos: “Visto con cincuenta años, creo que tiene su mérito. Mi primera temporada en Zaragoza se dedicó a fortalecer mi cuerpo, a coordinarlo y a aprender a correr. El primer año fue muy duro, porque prácticamente solo entrenaba y no jugaba. Luego en mis dos años junior fui capaz de crecer como jugador el primer año y ya en el segundo, tener algunos minutos en ACB (máxima competición). Luego me asenté en la liga, fue una progresión muy rápida y además pude jugar los Juegos y estar de profesional hasta los treinta y cuatro años. Tuve suerte, pero trabajé muchísimo. En Zaragoza entrenaba desde las seis de la mañana en el gimnasio. Salía de casa a las cinco y media de la mañana y volvía a las once de la noche”, contaba acerca de su progresión. También reconocía que su hijo trabajaba tanto como él, pero es que además, tenía, y tiene, más “talento innato”