Euroliga

El Madrid se da un baño de autoestima ante el Maccabi

El equipo de Laso muestra su mejor nivel ofensivo y se sitúa a una victoria de la Final Four después de barrer a los macabeos (95-66)

Vincent Poirier se adueñó de ambas zonas en el segundo partido ante el Maccabi
Vincent Poirier se adueñó de ambas zonas en el segundo partido ante el MaccabiJUANJO MARTINAgencia EFE

Después de los dos primeros partidos en todas las eliminatorias de cuartos de final, el equipo que está más cerca de la Final Four es el Real Madrid. Sólo los de Laso han sido capaces de aprovechar el factor cancha para situarse a una victoria de Belgrado. El Maccabi vivió de rodillas el segundo partido por culpa de un equipo que durante algunos minutos recordó al de sus mejores noches europeas. El recital ofensivo y el dominio interior de Poirier liquidaron la tímida resistencia israelí.

Fue un baño de autoestima rememorando los mejores tiempos de la “era Laso”. Esas noches en el Palacio en las que el Madrid desataba una tormenta perfecta y se mostraba incontenible. Eso fue el primer cuarto del segundo partido ante el Maccabi. Los israelíes debieron sospechar lo que se avecinaba cuando los tres primeros intentos triples del Madrid acabaron dentro. Tampoco parece algo extraordinario, pero si los ejecutores son Williams-Goss, en dos ocasiones, y Hanga la cosa cambia y mucho. El Maccabi resistió el intercambio de golpes hasta que apareció Llull en pista. Al capitán le sienta mucho mejor el traje de dinamitero que sale desde el banquillo que el de director de operaciones. En apenas 3:27 en pista enchufó tres triples y el equipo y el WiZink enloquecieron. Llull, ausente en el primer partido (12:15 en cancha y 0/2 en tiros de campo), certificó un primer cuarto como hacía tiempo que no se veía en la calle Goya. La carta de tiro del Madrid para anotar 35 puntos en el primer periodo era sobresaliente: 7/9 en tiros de dos; 6/12 en triples y 3/3 en tiros libres.

Reynolds, titular en lugar de Zizic, ni molestó. A Wilbekin le desactivó Williams-Goss. Y luego estuvo Poirier. El francés tuvo que aparecer pronto por las dos faltas de Tavares y su dominio resultó abusivo. Tuvo un imán para el rebote y gobernó ambas zonas como si enfrente estuviera una pandilla de alevines. El acierto en el tiro bajó como no podía ser de otra manera, pero Poirier se mostró imperial. En 13:41 le dio tiempo a hacer de todo y más: 13 puntos, 9 rebotes -6 ofensivos-, 2 asistencias, 1 robo, 1 tapón y 26 de valoración.

Por si el Maccabi tenía alguna intención de rebelarse, Tavares se encargó de despejar cualquier duda. Su presencia sembró el pánico en los tres primeros ataques israelíes. Un parcial de 6-0 disparó la ventaja por encima de los 20 puntos y ya no bajó de ahí. A la brillantez ofensiva el Madrid añadió una solidez atrás que dejó al Maccabi en once puntos en el segundo cuarto y otros once en el tercero. Una mandarina de Llull para cerrar el tercer periodo certificó el carácter festivo de la noche del viernes. Como en tiempos no muy lejanos.

95. Real Madrid (35+21+18+21): Williams-Goss (8), Causeur (6), Hanga (9), Yabusele (16) y Tavares (6) -quinteto titular- Abalde (6), Llull (17), Poirier (16), Rudy (3), Núñez (2) y Randolph (6).

66. Maccabi (26+11+11+18): Wilbekin (8), Evans (9), Nunnally (5), Williams (8) y Reynolds (6) -quinteto titular- Thomas (7), Zizic (8), Caloiaro (2), Sorkin (2), Ziv (2), DiBartolomeo (6) y Cohen (3).

Árbitros: Ryzhyk (Ucr), Difallah (Fra) y Lottermoser (Ale). Sin eliminados.

Incidencias: 9.000 espectadores en el WiZink Center. Segundo partido correspondiente a los cuartos de final de la Euroliga.

Cuartos de final: Barcelona, 1-Bayern, 1 (77-67/75-90/27/29); Armani Milán, 1-Anadolu Efes, 1 (48-64/73-66/26/28); Olympiacos, 1-Mónaco, 1 (71-54/72-96/27/29) y Real Madrid, 2-Maccabi, 0 (84-74/95-66/26/28*). (Todos en Dazn).