Entrevista
Santi Yusta: «Chus Mateo es un buen tío. No tiene un mal gesto y no te grita»
El mejor jugador español del curso en la Liga Endesa es una pieza clave en el estreno del nuevo seleccionador ante Dinamarca
La nueva etapa de la selección española de baloncesto con Chus Mateo al frente empieza hoy ante Dinamarca (18:30, TDP). Es el primer capítulo de un viaje que tiene que acabar con el equipo en el Mundial de Qatar 2027. Primero llega la selección nórdica y el domingo, Georgia en Tenerife. Casi tres meses después del fiasco del Eurobasket sólo hay un jugador que repite presencia, Santi Yusta. El alero madrileño, aunque le cueste reconocerlo, está en el mejor momento de su carrera. Jugador mejor valorado de la Liga Endesa (22,8), máximo anotador (18,8 en 28 minutos) y referente de un equipo «con muchos jugadores nuevos, pero que nos van a ayudar ahora y en el futuro». Será su segundo partido en Dinamarca en apenas dos semanas y en el pabellón de Farum «hace bastante frío».
¿Cómo es la primera llamada con Chus Mateo para decirle que es imprescindible?
Pues fue bastante gracioso porque estaba echando gasolina y tenía un amigo en el asiento del copiloto. De pronto empieza a gritarme: « ¡Que te está llamando Chus, que te está llamando Chus!». Tuve que parar y ya le cogí. Tengo la suerte de que le conocía de antes, de la etapa en el Madrid, y fue una llamada cordial. Me dijo que contaba conmigo, que estaba jugando muy bien y tengo la ventaja de que nos conocíamos de antes, aunque no trabajara con él como primer entrenador
Aquel Madrid, donde lo ganó casi todo, era un equipazo...
Sí. Allí pude comprobar en primera persona lo que era el alto nivel de verdad porque yo era un chaval y estaba rodeado de grandísimos jugadores. Tuve la suerte de que lo ganamos todo y me di cuenta que ese era el nivel al que podía llegar. Me fijaba sobre todo en Rudy y en Llull que jugaban en mi posición. Felipe... en general en todos los españoles porque eso es algo que el club hizo bien. La gente de la cantera veíamos que había muchos jugadores españoles y podías identificarte con ellos.
Real Madrid, Obradoiro, Tenerife y Zaragoza donde lleva ya cinco años. Fue precisamente en el Príncipe Felipe donde vivió el peor momento de su carrera y encima con la selección...
Sí. Fue justo antes de la pandemia la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Estaba jugando en Tenerife, me rompí con la selección y luego voy y ficho por Zaragoza. Mi padre estaba muy preocupado porque es un poco supersticioso. Llegaba al mismo pabellón donde me pasó aquello, pero le tranquilicé de inmediato. Llevo en Zaragoza cinco años y es mi segunda casa.
Estuvo diez meses de baja y en plena pandemia...
En aquellos diez meses tuve que trabajar tanto el aspecto físico como el aspecto mental porque es que te ves solo. Es verdad que tienes tu preparador, tu fisio, pero ves a los compañeros que van a otro ritmo, están en otro momento y tienes que ser duro de cabeza para soportar todo ese tiempo y saber que tienes que pasar por eso antes de regresar.
A nivel personal su temporada es sobresaliente, pero su equipo está con dos victorias y seis derrotas...
Este parón con la selección va a venirnos bien. Es otra dinámica y además en esta ventana va a ser especialmente distinto por todas las novedades. A nivel personal sí estoy haciendo una buena temporada, la verdad.
¿Ha hecho algo especial este verano para dar este salto?
La verdad es que no. Yo creo que lo que más me ha ayudado ha sido la selección porque ha sido el primer gran campeonato al que he acudido. Y eso me ha permitido ver lo que se necesita para pasar al siguiente nivel. En el nivel «top» hay otra competitividad, otra energía, otra velocidad, otra fuerza... me he dado cuenta del pequeño saltito que me podía faltar para estar en otro nivel y me he centrado en eso. No es una cuestión específica o concreta. Es un cúmulo de cosas que te hacen ver lo que debes hacer para ir más allá. Me he dado cuenta de que en los grandes campeonatos hay un nivel medio superior, no sólo en las grandísimas selecciones. Los jugadores están en otro nivel y no sólo las estrellas. Hay equipos que si no estás al cien por cien te pueden ganar perfectamente y eso fue lo que sucedió en el Eurobasket.
El próximo verano sin una gran competición va a ser un tanto extraño...
Sí, vamos a estar medio liberados porque no vamos a estar un mes concentrados y eso va a servir para que la gente haga sus rutinas, los trabajos a nivel individual para seguir progresando. Se trata de seguir mejorando y avanzando un poquito y así poder llegar más descansados a la Ventana de septiembre. Va a ser algo raro.
Su rol en esta selección no tiene nada que ver con el del pasado verano. Es más cercano a lo que está viviendo en Zaragoza...
La gente es verdad que dice que estoy ejerciendo de capitán y de referente, pero yo la verdad es que no me veo así. En este grupo hay grandes jugadores y lo bueno es que nos ayudamos los unos a los otros. Es lo de la Familia. Igual que yo ayudo, me ayudan a mí. Aquí todos somos iguales, no me considero un referente, soy uno más
¿Cómo ve a Álvaro Cárdenas y Great Osobor, los dos jugadores que no están en la ACB?
Están jugando muy bien en sus equipos y se han integrado muy bien en el grupo. Lo bueno es que no sólo nos van a ayudar ahora, lo harán en el futuro porque son muy jóvenes
¿Chus Mateo es como lo recordaba?
No trabajé como primer entrenador. Pero él es un gran técnico y es muy buen tío porque siempre te va a ayudar lo máximo posible. No hace un mal gesto, no te grita, siempre suma... en el Madrid me ayudó mucho y aquí igual.
¿Cómo se prepara un partido con cuatro entrenamientos?
Hay que asimilar muchos conceptos rápido y eso te obliga a estar muy centrado a nivel de cabeza, no tanto de físico. Son conceptos que todos los tenemos en nuestros clubes y ha sido fácil poder integrarlos. Chus Mateo lo ha puesto fácil.