Fútbol

Borja Iglesias: el delantero que no le vale al Betis pero sí a Xabi Alonso

La cesión del "Panda", postergado en el Betis, al Bayer Leverkusen, líder de la Bundesliga, es la bomba del mercado de fichajes

Borja Iglesias habla con Xabi Alonso en el campo de entrenamiento del Bayer
Borja Iglesias habla con Xabi Alonso en el campo de entrenamiento del Bayer @bayer04fussball

La extravagancia de este mercado invernal ha sido, sin duda, la cesión de Borja Iglesias al Bayer Leverkusen. El delantero bético, 31 años recién cumplidos, vivía un vertiginoso declive desde el antepasado otoño, cuando Luis Enrique lo dejó contra todo pronóstico fuera de la convocatoria para el Mundial. Esta media temporada ha sido una calamidad: dos goles –a un modesto equipo chipriota en la Europa League y a unos semiprofesionales extremeños en la Copa– en dieciocho partidos confirman desde la estadística lo que cualquier aficionado con dos ojos en la cara ve: el Panda ha dejado de ser competitivo. ¿Para qué lo quiere el líder de la Bundesliga? Misterios del fútbol profesional.

Xabi Alonso, uno de los entrenadores de moda por su labor en el club de la aspirina, ha perdido por lesión a Victor Boniface, ariete nigeriano reclutado en verano desde Bélgica que ha respondido, con 16 goles en 23 partidos, al fuerte desembolso que hizo el Bayer. Además, cuenta con un recambio prestigioso como Patrik Schick (28 años), por el que pagó más de veinticinco millones en 2020 y que esta temporada, pese a sufrir un par de lesiones, ha respondido con 6 goles en 12 encuentros. Para el 4-2-3-1 que implementa el técnico español, el gigante checo es ideal, aunque el empate a cero cosechado en casa el sábado contra el Borussia Monchengladbach evidenció la necesidad de un recambio. Y para apagar ese incendio, ahora que el Bayern de Múnich aprieta a sólo dos puntos, han reclutado a Borja Iglesias.

La mengua del prestigio del delantero gallego en su infausto 2023 ha propiciado que el Betis le ponga velas a todos los santos para que el Bayer ejerza en junio la opción de compra de 8 millones de euros –costó 28–incluida en el contrato de cesión. Porque el Panda, desde su llegada en el verano de 2019, ha terminado por cansar a la fiel hinchada verdiblanca –y al adusto Manuel Pellegrini, ni contarles...– con una actitud más enfocada al cultivo de su marca personal en el universo de las redes sociales

–aliade, ecosostenible, cool, progresista, antitaurino, fashion victim, comprometido y chiripitifláutico–, un negocio muy rentable en el que participa su agencia de representación, que a marcar goles. El buen hombre asegura que pintarse las uñas de negro es «una forma de concienciarme y luchar desde mi posición contra el racismo, pero creo que también me viene bien contra la homofobia». En fin, si él lo dice...

Con todo, si Borja Iglesias no vuelve de Alemania para agotar el contrato con el Betis vigente hasta junio de 2026, habrá dejado una estela de excelente delantero, más allá de su irregularidad. Con su valedor Rubi en el banquillo, firmó una horrenda temporada 19/20 pero la llegada de Pellegrini en el verano de la pandemia lo revitalizó. En la campaña 21/22, rozó la veintena de goles (19), aunque pesa más su importancia que la mera estadística: en la conquista del título de Copa, marcó tres de los últimos cuatro tantos del Betis en el torneo (dos en la semifinal y uno en la final), alguno de bellísima factura, lo que le valió ser convocado por España. Persona emotiva donde las haya, no se restableció del varapalo que supuso quedarse sin ir a Qatar.