Brutal ataque trans a la nadadora Riley Gaines que tuvo que atrincherarse durante tres horas en una habitación

Las consecuencias que la participación de atletas trans tiene para el deporte femenino sigue siendo objeto de debate en Estados Unidos y en el resto del mundo. Muchas deportistas se han quejado de que la inclusión de estas atletas ha supuesto un duro golpe para las mujeres y un "robo" de medallas. Una de las más activas contra la inclusión trans es la nadadora estadunidense Riley Gaines, que ahora ha sufrido las consecuencias. La deportista tuvo que atrincherarse en una habitación de la Universidad Estatal de San Francisco (SFSU) después de que la agredieran físicamente tras dar un discurso a los estudiantes sobre salvar los deportes femeninos frente a las deportistas transgénero. Su esposo, Louis Barker dijo que tuvo breves conversaciones con ella mientras estuvo encerrada en la habitación durante casi tres horas.

Mientras Gaines hablaba con los estudiantes, muchos de los cuales expresaron su oposición a sus puntos de vista, un grupo de manifestantes a favor de la comunidad trans comenzó a increparla cada vez de forma más violenta.

"Me dijo que un tipo con vestido la golpeó varias veces. Estaba temblando. Me enojó tanto. Me enferma sentirme tan impotente al respecto", dijo Barker. “Estaba bajo protección policial y aun así fue golpeada por un hombre trans”.

Riley Gaines hablaba en la Universidad Estatal de San Francisco para compartir su historia personal de competir contra la atleta transgénero, Lia Thomas, en el Campeonato de Natación Femenino de la NCAA el año pasado.

"En el último año, su objetivo al hablar en universidades ha sido educar a sus compañeros sobre su experiencia y el impacto que tendrá el creciente número de hombres biológicos en los deportes femeninos para la integridad del Título IX. Ha sido cuestionada en juicio civil. y modales un tanto descorteses acerca de sus puntos de vista muchas veces, y alienta completamente diversos puntos de vista y debate sobre este tema", dijo su representante.

En Twitter, Gaines compartió imágenes que tomó mostrando que los agentes de policía la sacaron rápidamente del lugar en medio de una avalancha de ataques verbales y físicos de los detractores que la rodeaban.

"Sufrí una emboscada y fui golpeada físicamente dos veces por un hombre", escribió Gaines en el tuit. "Esta es una prueba de que las mujeres necesitan espacios protegidos contra el sexo. Aún más, me asegura que estoy haciendo algo bien. Cuando te quieran en silencio, habla más fuerte".

La policía escoltó a Gaines fuera de la sala y lo encerraron en una habitación donde permaneció durante tres horas.

"Estamos realizando una investigación en curso sobre la situación. No hubo arrestos relacionados con el evento. La interrupción ocurrió después de la conclusión del evento", dijo la Universidad Estatal de San Francisco, lo que obligó a los oficiales de la "a mover a la oradora del evento de la sala a un lugar diferente y seguro”.

Gaines, 12 veces nadadora de la NCAA de Natación, se convirtió en una figura nacional cuando se opuso a que la nadadora trans Lia Thomas participara en deportes femeninos. Muchos atletas, como la exatleta olímpica Nancy Hogshead-Makar, han advertido que los hombres biológicos tienen una clara ventaja sobre las mujeres biológicas cuando compiten.

El pasado mes de febrero, la exnadadora de la Universidad de Kentucky ya alzó la voz tras competir contra Lia Thomas, atleta transgénero de la Universidad de Pensilvania.

"No dimos nuestro consentimiento, pero en ese vestuario nos dimos la vuelta y había un hombre biológico de 1.90 que se bajaba los pantalones y nos miraba desvestirnos". Ante esta "desagradable" situación la deportista exige vestuarios separados para atletas transgénerodespués de haber estado expuesta a los "genitales masculinos" de Lia Thomas.

"No nos advirtieron de antemano que compartiríamos un vestidor con Lia", añadió Gaines en una entrevista con la cadena Fox.

"Eso para mí fue peor que la mera competencia. Probablemente hace un año o dos, esto se habría considerado una forma de agresión sexual, voyeurismo. Pero ahora ni siquiera tratan de impedirlo, es casi como si estas grandes organizaciones estuvieran animando a que suceda", sentenció.