Carolina Marín, descomunal

La española puede convertirse hoy en la primera mujer de la historia que gana tres Mundiales de bádminton. Reeditará la final olímpica ante la india Pusarla Sindhu.

Carolina Marín (15-6-1993, Huelva) está a una victoria de convertirse en la primera mujer que gana tres títulos mundiales de bádminton, a una victoria de convertirse en la mejor «volantista» de la Historia. Fernando Rivas, su técnico, el preparador que lleva con ella toda la vida, describe qué significa «Caro» en la historia de su deporte: «Carolina es el triunfo de lo inesperado en el bádminton mundial. Es como si uno de las Islas Maldivas ganase la final olímpica de los 100 a Bolt». Era una reflexión antes de la final olímpica de Río, antes de confirmarse que su pupila lo ganaba todo. Campeona del mundo en dos ocasiones, campeona olímpica, cuatro veces campeona de Europa y hoy (09:00, Teledeporte) disputará una nueva final del Mundial ante la que fue su rival en la lucha por el oro en Río, la india Sindhu Pursala.

Carolina ha recuperado en el Mundial el colmillo que tuvo en los tres años en que dominó el bádminton mundial. En la semifinal se impuso a la china He Bingjiao por 13-21, 21-16 y 21-13 después de 69 minutos en el partido más exigente del torneo. Cedió el primer set del Mundial y entonces aparecieron las dos características que según su técnico hacen diferente a «Caro»: la resiliencia y la competitividad. La capacidad de sobreponerse a situaciones límite, como la que se encontró después del primer set, y su hambre le permitieron remontar y alcanzar su tercera final mundialista. En Nankin, Carolina ha recuperado su mejor versión e incluso la ha superado después de dos años en los que las rivales parecieron desactivar su bádminton y «sólo» pudo ganar un Europeo.

Ante He se sobrepuso al excepcional primer set de la china. Se vio dominada por primera vez en el campeonato, pero fue capaz de no rendirse. En la segunda y tercera mangas sus gritos silenciaron a los 10.000 seguidores asiáticos que intentaban impulsar a la que había sido la verdugo de la número uno del mundo en cuartos de final. «Estoy muy contenta por haber luchado hasta el final del partido porque estaba jugando contra la china He, contra el público, contra toda China. Ha sido un partido muy complicado desde el principio», comentó tras la victoria.

El torneo de Carolina está siendo intachable. Hasta las semifinales no había perdido un solo set y apenas cedía nueve puntos por parcial. Se estrenó ante la tailandesa Busanan Ongbamrungphan (21-9 y 21-8); luego se deshizo de la japonesa Sayaka Sato (número 17 del mundo) en octavos de final por 21-7 y 21-13 y ante la india Saina Nahwal (número 10 y que jugaba sus octavos cuartos de final seguidos en un Mundial) se impuso por 21-6 y 21-11. La onubense ha logrado combinar su tradicional agresividad con una lectura más calmada de los partidos y eso está dando como resultado un nivel de bádminton inalcanzable para las rivales. La etapa posterior al título olímpico en Río ha quedado atrás y los dos meses de preparación intensiva para el Mundial están dando resultado. Carolina ha sido capaz de reinventarse. «Me estoy encontrando muy bien, con mucha determinación, con una confianza en mí misma que hace tiempo no tenía», comentó tras las primeras rondas. Ahora busca su tercer oro Mundial frente a una vieja conocida. A Pursala la derrotó en Río en tres sets (19-21, 21-12 y 21-15) y la india llega a la final como la tres del mundo. «Tengo que aprender muchas cosas para seguir con mi concentración. Será muy complicado», asegura. «Caro» ya ha igualado a las chinas Li Lingwei, Han Aiping y Xie Xingfang con dos oros y una plata, pero ella quiere más.