Tribunales

"Caso Negreira": Rosell reclama al juez que le evite "una nueva pena de banquillo"

El expresidente azulgrana defiende que los pagos a Negreira durante su mandato ya han prescrito

El ex presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell EUROPA PRESS
El expresidente del FC Barcelona Sandro RosellEUROPA PRESS/SANDROROSELLEUROPA PRESS/SANDROROSELL

El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell ha pedido al juez del «caso Negreira» –el pago de 7,5 millones de euros del club azulgrana durante casi una década al vicepresidente de los árbitros– que archive la investigación contra él al considerar que los hechos que se le imputan ya están prescritos. En un escrito remitido al magistrado Joaquín Aguirre, la defensa de Rosell alude incluso a los 645 días que pasó en prisión provisional investigado por blanqueo y organización criminal –aunque posteriormente fue absuelto por la Audiencia Nacional–, que califica de «uno de los episodios más vergonzantes de la historia reciente de la Justicia española». Con esa experiencia personal a las espaldas, el exmandatario culé asegura sentirse «legitimado» para pedir al instructor que no le someta al «suplicio personal y familiar de tener que pasar por una nueva acusación y pena de banquillo carente de todo fundamento».

El abogado de Rosell, Pau Molins, mantiene en el recurso de apelación contra la resolución del juez Aguirre en la que le imputa también por cohecho, que todos los hechos que se le atribuyen (los pagos a Negreira por supuestos informes de asesoramiento arbitral) están prescritos, bien sean constitutivos, en su caso, de cohecho, administración desleal, falsedad documental o de corrupción en el deporte.

Su defensa recalca que el mandato de Rosell como presidente del Barça se extiende desde el 1 de julio de 2010 hasta el 23 de enero de 2014, por lo que cuando la Fiscalía presentó su denuncia el pasado febrero los hechos que se le imputan ya se encontraban prescritos, al haber transcurrido el plazo de prescripción de cinco años. El letrado considera que no es posible anudar al delito de corrupción en el deporte la pena de inhabilitación de hasta seis años, con el objetivo –denuncia– de «poder alargar así el plazo de prescripción del delito hasta los diez años, única vía para poder incluir en la denuncia a Sandro Rosell».

Imputación "en el último minuto"

Y deja claro que (consciente de que en ese caso el plazo de diez años podría no haberse agotado) el expresidente del Barça «nunca fue objeto de investigación en las diligencias preliminares de la Fiscalía, por la sencilla razón de que su mandato se consideraba prescrito». Según expone, al formalizar su querella del «caso Negreira» la Fiscalía «tenía perfectamente claro» que Rosell «quedaba excluido del círculo de denunciados por considerar su mandato prescrito», pero finalmente «de forma sorpresiva y contraria a la línea de investigación llevada a cabo durante un año», se le incluyó «en el último minuto».

Como ya ha hecho el también expresidente culé Josep Maria Bartomeu, Rosell niega la condición de funcionario que el juez atribuye a José María Enríquez Negreira (sin la cual la imputación por cohecho no es posible). Y, al mismo tiempo, reprocha al instructor que a la vez «pueda ser considerado como no-funcionario y aplicar a los mismos hechos la corrupción entre particulares». «No se le puede exigir a esta representación –se queja– que al mismo tiempo se defienda de dos imputaciones que se autoexcluyen» (las de cohecho y corrupción en el deporte, que el magistrado mantiene de forma alternativa pese a inclinarse por el primero de los delitos). De ahí que califique ese paso procesal de Aguirre como una «flagrante contradicción».