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El chiringuito de Pedrerol: El Barça también juega en Cardiff

Los culés van con la Juve no sólo por rivalidad: si el Madrid gana la Duodécima, la Copa se quedará en un torneo insignificante y su temporada será un desastre.

Messi y Mascherano conversan en la celebración del título de Copa en el Calderón
Messi y Mascherano conversan en la celebración del título de Copa en el Calderónlarazon

Los culés van con la Juve no sólo por rivalidad: si el Madrid gana la Duodécima, la Copa se quedará en un torneo insignificante y su temporada será un desastre.

¡Qué celebración más triste! La Copa no salva la temporada del Barcelona. Lo saben los jugadores, los técnicos, la directiva y la afición. El Barça siempre debe aspirar a más, mucho más. Dos años sin alcanzar las semifinales de Champions no son aceptables. ¿Dónde está la MSN? Eso se preguntan en Europa. Y otra vez a Messi se le ha vuelto a esfumar la posibilidad de ganar un nuevo Balón de Oro.

Un trámite

La final de Copa era un trámite. Ganar era una obligación para los azulgrana y perder habría sido un auténtico desastre. Además, la lesión de Mascherano agudizó la tristeza en una fiesta muy contenida. El «Jefecito» es un hombre muy querido en el vestuario, un líder en la sombra. Fue quien acercó posturas entre Messi y Luis Enrique cuando el divorcio parecía irremediable después de la derrota en Anoeta, a principios de 2015. Fue el que suavizó esa relación. El técnico asturiano debería estarle muy agradecido.

Adiós de Luis Enrique

Luis Enrique se marcha del banquillo barcelonista con el respeto de los jugadores, aplaudido por el público y enfrentando a la prensa de Barcelona. Ha ganado nueve títulos, sí. Pero no va a pasar precisamente a la historia del club por haber implantado un estilo.

Proyecto sólido en Chamartín

Lo que más duele en Barcelona es comprobar que el Madrid tiene un proyecto sólido. Que juega bien al fútbol y que ha terminado la temporada a tope. Que Zidane no tiene fecha de caducidad. Y que ha sabido manejar con gran inteligencia una plantilla que es joven y la mejor de Europa. Saben que el equipo blanco puede hacer historia. Y si pierde en Cardiff, que nadie lo dude: Zizou seguirá liderando una etapa ilusionante en el Madrid.

Única esperanza

Los culés saben que toda su temporada depende ahora de lo que ocurra el sábado en la final. Ellos estarán, a su manera, en Cardiff. Sólo les queda esa esperanza: que la Juve impida al Madrid conseguir la Duodécima. Ese sería su segundo éxito del año. Pero no lo tendrán fácil. El Madrid llega en un gran momento al partido, con Cristiano en su mejor versión de la temporada, Benzema de nuevo enchufado y Bale listo para jugar, aunque Zidane volverá a apostar por Isco. El malagueño se ha ganado a pulso ser titular en la gran cita.

Aferrados a la Juve

No es sólo rivalidad, es mucho más que eso. Si vence la Juve, el Barça tendría la posibilidad de vender que ha ganado las mismas competiciones que el Madrid y que se peleó la Liga hasta el último día. Pero si el Madrid levanta la Champions, la Copa no será ni un torneo menor. La campaña del Barça se convertiría en un rotundo fracaso. En un desastre sin paliativos. Que el Madrid conquistara tres de las últimas cuatro Ligas de Campeones haría mucho daño a cualquier barcelonista.

Están con Buffon

Sí. El Barcelona también juega en Cardiff. Ahí se va a decidir su temporada. Ahí se va a disputar el título más importante. Si Buffon levanta la Orejona el próximo sábado, todos los barcelonistas la levantarán con él.