Chris Froome: «Contador siempre lucha; nunca puedes descartarlo»

Chris Froome (Kenia, 1985) ha tenido un invierno más agitado de lo normal por su condición de ganador del Tour 2013. Ahora empieza en Omán a preparar su asalto a la ronda gala de este año.

–Todo empezó aquí el año pasado.

–Sí, es cierto. Y aquí empiezo de nuevo, aunque en realidad ya empecé en noviembre, con los entrenamientos en Suráfrica, pero ésta es la primera carrera en la que siento que empiezo a construir mi camino hacia el Tour.

–¿Qué diferencia hay con 2013?

–Mucha, porque no tengo el mismo tipo de presión que tenía el año pasado, porque no vengo pensando que tengo que ganar esta carrera para comenzar mi camino hacia el Tour. Que no tengo que ganar experiencia para ser un líder como sucedía el año pasado. No he entrenado extremadamente duro para ganar aquí, pero sí siento que vengo en una buena condición y tengo muchísimas ganas de correr.

–¿Y para el Tour, se siente con menos presión por haberlo ganado ya o con más, por confirmar lo demostrado el año pasado?

–Personalmente, siempre me meto mucha presión. Quiero el mejor resultado posible y estaría decepcionado si no lo logro llegando en mi mejor condición.

–Es un buen test, con rivales de entidad. Nibali, Purito, Gesink...

–Sí, pero queda mucho de aquí al Tour y pueden pasar muchas cosas. Ellos pueden mejorar el estado de forma que tienen ahora de aquí a julio o empeorarlo. Es muy pronto para decir nada sobre el Tour, pero quien gana aquí (Tour de Omán) sale con una ventaja moral respecto a los demás.

–¿Cuál será su camino hacia el Tour?

–Correré la Tirreno-Adriático, la Volta a Cataluña, Romandía y Dauphine. Y por medio, dos bloques de dos semanas entrenando en altura, en el Teide.

–¿No tiene pensado correr ninguna clásica en Bélgica para preparar la etapa con pavés de la ronda gala?

–El pavés en una carrera de un día es completamente diferente al pavés que se pasa en una gran vuelta. Prefiero no tomar el riesgo de correr allí. He hecho la París-Roubaix y sé lo que me espera. Prefiero ir a verlo por mi cuenta.

–¿Será más fácil sin Nairo Quintana?

–No me cambia mucho que él no corra. No voy a prepararme de una forma diferente porque no esté; no es que vaya a coger unos cuantos kilos de más ante su ausencia.

–¿Y quiénes serán sus rivales?

–En el Tour siempre surgen nuevos corredores que acaban luchando por la general. Hay que tomarlos seriamente en consideración y tratarlos con respeto, pero por la forma en la que están andando, creo que Nibali y Contador serán mis grandes opositores. Especialmente Nibali, habiendo ganado el Giro el año pasado y siendo segundo en la Vuelta. Tendrá un equipo muy fuerte y ha mejorado mucho en contrarreloj. Y a Contador nunca puedes descartarlo. Siempre lucha y dará lo mejor de sí.

–¿Contador volverá a su gran nivel?

–Quién sabe. Una cosa que sí sabemos de Contador es que nunca se rinde. Porque no ganara el año pasado el Tour no hay que descartarlo. Eso le hará volver más motivado este año, y volver a intentar ganarlo.

–Tras ganar el Tour, ¿es complicado aislarse de todo y centrarse en la bici?

–No. Tengo muchas más peticiones de entrevistas, pero dispongo de un buen equipo que me gestiona todo. No debería afectar a mi rendimiento. Ganar el Tour cambia todo completamente, pero creo que mi forma de ser y mi manera de vivir la vida siguen siendo los mismos que antes.

–¿Ha tenido un invierno tranquilo?

–Sí, más o menos. Con muchas invitaciones para ir a eventos. Para mí lo más importante era centrarme de nuevo en mis entrenamientos, ser un ciclista de nuevo. He pasado unos meses viajando mucho, pero al regresar a Suráfrica me centré exclusivamente en la bici. Creo que el trabajo ha sido muy bueno; la carrera lo dirá.