Vuelta a San Juan

Egan Bernal ya no tiene miedo

El colombiano reconoce que la recuperación del accidente que sufrió la temporada pasada fue más dura psicológicamente que físicamente. Se ha retirado de la Vuelta a San Juan después de competir con los mejores

Egan Bernal, en la Vuelta a San Juan
Egan Bernal, en la Vuelta a San JuanIneos Grenadire

Egan Bernal ha cumplido un año en la Vuelta a San Juan. Su documento de identidad dice que el 13 de enero cumplió 26, pero el colombiano volvió a nacer el 24 de enero del año pasado, cuando chocó con un autobús interurbano cuando entrenaba la contrarreloj. Con la cabeza hundida en el manillar, no se dio cuenta de que estaba a punto de estamparse contra un vehículo.

El resultado de aquel accidente fueron once costillas rotas, además del fémur y de la rótula, dos vértebras afectadas, el metacarpiano, un pulgar, un diente roto y los pulmones perforados. El diagnóstico hacía dudar de sus posibilidades de seguir con vida y, una vez superado ese trance, parecía inimaginable que pudiera volver a montar en bicicleta. Pero un año y quince operaciones después, el líder del Ineos es cuarto en la Vuelta a San Juan después de terminar en ese mismo puesto en la etapa con final en el alto del Colorado, donde la prioridad de su equipo era ayudar a que Filippo Ganna lograra la victoria y el liderato de la carrera, que finalmente fueron para Miguel Ángel López. El sábado abandonó por molestias en una rodilla después de la caída que sufrió en la primera jornada, pero la prueba había resultado satisfactoria.

Aunque para él, estos doce meses han sido un periodo de aprendizaje para la vida más que para el ciclismo. “He aprendido bastante, ha sido uno de los mejores años de mi vida. Con todo el tema de la caída he aprendido a tener paciencia, que la familia es lo más importante y todos somos seres humanos y nos puede pasar cualquier cosa sin importar quién seas. Muchas veces uno escucha muertes o accidentes de tránsito y parece que a uno no le puede pasar y me pasó. En el tema de la familia mi hermano estuvo muy enfermo. Son cosas que uno ve lejanas y le pueden pasar. Todos estamos acá y lo mejor es tener a alguien en quien apoyarse siempre. Ser ciclista profesional pasa a un segundo plano”, explica.

La recuperación ha sido muy dura, pero no sólo por las lesiones. “Ha sido más fuerte psicológicamente. Hay momentos muy complicados en todo este proceso y uno piensa si vale la pena seguir compitiendo en bicicleta, si puedo dar el mismo nivel, si quiere seguir tomando el mismo riesgo en la vida si están mi novia o mi mamá o mi hermano esperando en casa y si vale la pena”, reflexiona. “Pero tomé la mejor decisión, nací para ser ciclista y no imagino mi vida sin una bicicleta y dentro de lo malo lo que quiero hacer en este momento es tratar de inspirar a esas personas y a las familias que están en cuidados intensivos, sin saber si pueden volver a caminar pasando momentos complicados. Quiero servir de inspiración y demostrarme a mí mismo que he ganado la carrera más importante de mi vida”, añade.

Pero en el proceso surgen dudas. Y miedos que ahora parecen ya superados. “En este momento no tengo miedo. Cuando inicié los entrenamientos había momentos en que me daba miedo. Pensaba que me iba a volver a pasar. Cuando me acerco a 60 kilómetros por hora recuerdo que era la velocidad a la que iba cuando me caí”, relata. “Se me fue un poco el miedo, lo superé. En el pelotón el año pasado estuve compitiendo en Alemania, en Dinamarca y estuve delante. Mi cabeza ya está, no tengo miedo. Tengo un muy buen equipo que me va a respaldar y se hacen las cosas un poco más sencillas”, afirma.

Y sus sensaciones por el momento son buenas. “Me estoy recuperando, me siento bien después de la caída del año pasado. He podido entrenar con normalidad en los últimos meses. Hice todo lo que tenía que hacer y estoy bastante positivo y confiado. Los números han sido buenos entrenando, pero competir es una cosa diferente”, advertía antes del comienzo de la carrera. ”No tengo gran ansiedad. Estoy muy tranquilo y estoy muy contento de volver a competir. Estoy con muchas ganas y tranquilo de lo que hemos hecho”, añadía.

Estoy haciendo más o menos los mismos entrenamientos que otros años por estas fechas. Voy bien y me siento tranquilo y confiado porque la aproximación para lo que viene pinta muy bien”, asegura el ganador del Tour de 2019. Una carrera que vuelve a ser su objetivo. “El Tour es la carrera más importante que hay. Estoy superansioso por volver ahí. Es una carrera que me dio todo, tengo buenos recuerdos. Es una carrera que me gusta bastante. En estos momentos estoy en la lista, pero hay que demostrar y demostrarme a mí mismo que puedo estar en el Tour. No es una carrera fácil. Falta mucho para ir allá y las ambiciones van a depender de cómo me vaya sintiendo. Estoy motivado y quiero preparar la temporada como nunca”, advierte.