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La Vuelta anuncia la «Batalla del Norte»

El ciclista español del Katusha, Joaquim Rodríguez "Purito", durante la decimosexta etapa de la Vuelta a España
El ciclista español del Katusha, Joaquim Rodríguez "Purito", durante la decimosexta etapa de la Vuelta a Españalarazon

ÇSí, la Vuelta es cosa de cuatro: ibali, Horner, Valverde y Purito, y ellos se la van a jugar en las montañas de Cantabria y Asturias.

La Vuelta salió viva y coleando de Pirineos y se dirige a su fase decisiva con la emoción que se buscaba desde su salida en Galicia, de manera que los cuatro favoritos: Nibali, Horner, Valverde y Purito se disponen a luchar en la "Batalla del Norte", con Peña Cabarga, Naranco y Angliru como jueces.

Ver flaquear a Nibali camino en el ascenso a Formigal delató al "Tiburón de Mesina". No es un líder de acero y "la roja"se le puede convertir en una mochila cargada de piedras. Le puso en evidencia Purito Rodríguez, que despertó de su letargo. Y se aprovecharon Valverde, que no remató la ocasión, y Horner, que va en serio y tiene la oportunidad de su vida.

Si, la Vuelta es cosa de cuatro. Y ellos se la van a jugar en las montañas de Cantabria y Asturias, sobre todo en el temible Angliru, el sábado, la víspera de la clausura en Madrid. Un póker de candidatos. A esa conclusión ha llegado la Vuelta después de tres semanas de carrera.

Nibali y Horner se han mostrado superiores a los demás, sin avasallar, y la separación entre ambos es de solo 28 segundos. El "abuelo"estadounidense, de 42 años, llega más fresco en una fase en la que el cansancio pasará factura. Ha competido mucho menos que el italiano, que lleva 79 días de competición.

El líder del Astana ha ganado el Giro y la exigencia no le agobia. Sin embargo, su veterano rival se encuentra ante una oportunidad de oro y se relame con los puertos que restan. Disfruta cuando las carreteras apuntan al cielo y en ese terreno puede marcar diferencias.

En segunda línea de fuego, al acecho, se hallan Alejandro Valverde y Purito, ambos procedentes del Tour y sin la chispa de entonces. El murciano está a 1.14. Arañó segundos en Formigal, pero no aprovechó a fondo la ocasión ante los apuros del Tiburón. Parece que se conforma con el podio, pero anuncia que tratará de aprovechar cualquier ocasión.

Purito es el más alejado en la general, cuarto a 2.29. Puede ser el juez de la carrera porque deberá arriesgar para ganar una etapa y, quién sabe, para algo más, pero el catalán, exceptuando el ataque en la montaña oscense no es el corredor que explotaba en las llegadas elevadas. Las bonificaciones podrían jugar un papel determinante.

Son los cuatro nombres de la Vuelta, ya que entre los en principio favoritos se cayeron del cartel Ivan Basso, ya en casa tras congelarse en Andorra; Samuel Sánchez, noveno a 7.33 minutos y el colombiano Sergio Henao, que está perdido a media hora.

Sin embargo, hay otros que están ofreciendo buen rendimiento, pero sin molestar en la lucha por el podio. Son el italiano Pozzovivo, el irlandés Roche y el francés Pinot, quinto, sexto y séptimo respectivamente. Un triunfo de etapa será un objetivo común.

Lo que falta será lo que decida. La Vuelta promete un final emocionante, que es lo menos que se le puede ofrecer a la afición. Tras una etapa de transición entre Calahorra y Burgos que llega después del descanso, se presenta la traca final.

El jueves llegada a Peña Cabarga, con sus 6 kilómetros al 9,2 por ciento y rampas de hasta el 20. Antes cuatro puertos. El viernes final en el Naranco, junto a Oviedo, otros casi 6 kilómetros al 4,2 por ciento de desnivel medio, y el sábado fiesta mayor con el Angliru.

Un puerto que se ha convertido en uno de los símbolos de la Vuelta y el ciclismo español desde que se descubrió en 1999. Una prueba final, definitiva, de donde saldrá la foto del podio para Madrid. Una calvario de 12 kilómetros al 10,2 de pendiente media, y rampas del 23, situada en la famosa Cueña Les Cabres.

La jornada de descanso les vino de maravilla a los 150 supervivientes de la Vuelta. Un ligero rodaje en torno a la hora fue suficiente entrenamiento antes de cabalgar hacia Burgos, donde los esprínteres podrán aprovechar la penúltima oportunidad antes de Madrid. La Vuelta está viva y el norte espera impaciente.