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El derbi estrena estadio

Atlético y Real Madrid se miden hoy en el campo rojiblanco con los mismos puntos y mismas necesidades: está prohibido perder.

El derbi estrena estadio
El derbi estrena estadiolarazon

Atlético y Real Madrid se miden hoy en el campo rojiblanco con los mismos puntos y mismas necesidades: está prohibido perder.

Gran parte de la historia sentimental del Vicente Calderón se formó con los derbis contra el Real Madrid, pues no había equipo que generase más odio en el antiguo estadio rojiblanco. Hoy, el Wanda Metropolitano, después de haber visto ya al Barcelona o de recibir al Chelsea, tiene su gran día, una marca para la historia. Llega el Madrid, el enemigo histórico y el enemigo actual: el equipo que ha amargado al Atlético en los últimos cuatro años de la Champions. «Vamos a enfrentarnos al mejor equipo del mundo en este momento. Como en su momento era el Barcelona, ahora es el Madrid. Ha ganado dos Champions seguidas, ha ganado la Liga la temporada pasada, ha comenzado ganando la Supercopa española y europea... Más allá de un resultado más o menos, en este momento son los mejores», explicaba ayer Simeone, que volvió a recuperar el relato del vecino pobre, que tanto usó en el Calderón y que tanto maneja en situaciones complicadas: «Tienen una plantilla que se han llevado todos los chicos buenos que hay en todos los equipos diferentes en la Liga y eso siempre habla bien de ellos, porque siguen generando que los demás no podamos llegar a los chicos que tienen situaciones favorables para ir creciendo en otros equipos. Y ellos los tienen acumulados, pero los tienen. Creo que están haciendo un trabajo enorme», terminaba.

Sabe Simeone, como sabe Zidane, que si el Barcelona gana en su partido en el campo del Leganés, quien pierda el derbi va a tener muy complicado encontrar razones para mantener el optimismo. Es verdad que la Liga es muy larga, pero la distancia empezaría a ser grande. Por eso, el Wanda estrena un derbi donde la necesidad puede más que la ambición en ambos equipos. Tienen que ganar para seguir con más esperanza que desolación: «No queremos fallar, intentaremos hacer lo máximo. Pero hay tres opciones: puedes ganar, perder o empatar. Estamos preparados para hacer un buen partido, queremos hacer algo bueno y vamos a intentarlo. Luego, lo que vaya a pasar lo veremos», explicaba ayer Zidane con toda la tranquilidad que desprende siempre.

No quiere nervios el entrenador blanco, pase lo que pase en el choque de hoy. Además, si una derrota puede ser una herida importante, una victoria es un subidón de moral para cualquiera de los dos equipos que, con los mismos puntos en la clasificación, han sido más irregulares de lo esperado en este primer tercio de temporada. «Estamos igual en la Liga. No hay un equipo favorito», analizaba ayer el entrenador francés.

Su equipo ha perdido confianza, un pelín de suerte que tenía antes y genera dudas, sobre todo en el ataque, donde sus hombres clave no marcan goles como otras veces «Es cierto que no es algo normal. Tienen que seguir entrenando como hacen y redoblar los esfuerzos. No es que no marquen, sino que marcan menos. En Champions están marcando, aunque en Liga estén haciendo menos goles. En el campo van a tener ocasiones y está claro que van a seguir marcando», continuaba el entrenador del Real Madrid.

Idéntico problema tiene Simeone con Griezmann. «Sinceramente, está muy bien. Es el jugador más desequilibrante que tenemos y el más importante que tenemos ofensivamente», le defendía el entrenador. Sin embargo, pese a sus declaraciones, los dos entrenadores han manejado de manera distinta la situación. Mientras Zidane no permite que ni una palabra ni una acción haga pensar que duda de sus mejores futbolistas; Simeone ya ha dejado claro que puede cambiar a su estrella francesa cuando vea que no cumple o no rinde como él quiere. «La sensación que tengo es de entusiasmo, porque el equipo viene haciendo un buen torneo de Liga y todavía no llegó el mejor momento de Griezmann», contaba ayer, viendo la situación desde el lado bueno del cristal.

Va a ser un partido tenso, por lo que hay en juego, pero a la vez, festivo, como se merece un derbi en el que ahora mismo es el estadio más moderno de España. Unos 1.200 agentes trabajarán por la seguridad del partido, pero no se ha declarado de alto riesgo. Sí se pide, como siempre, que los aficionados acudan con tiempo para que no haya aglomeraciones en las puertas del Wanda.