Real Madrid

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El factor Casemiro

Un par de goleadas sin el brasileño no son suficientes para que Zidane se plantee jugar ante el PSG sin su guardaespaldas preferido. Desde que llegó el francés, sus alineaciones son «Casi» y diez más

Kroos, Cristiano y Casemiro, en un momento del entrenamiento de ayer en Valdebebas
Kroos, Cristiano y Casemiro, en un momento del entrenamiento de ayer en Valdebebaslarazon

Un par de goleadas sin el brasileño no son suficientes para que Zidane se plantee jugar ante el PSG sin su guardaespaldas preferido. Desde que llegó el francés, sus alineaciones son «Casi» y diez más.

El Real Madrid ha goleado al Sevilla y a la Real Sociedad sin Casemiro en el campo, pero la presencia del brasileño no se discute. Al menos para Zidane, que una de las primeras decisiones que tomó al llegar al banquillo blanco fue jugar siempre con guardaespaldas. Y para el francés no hay ninguno mejor que «Casi», imprescindible en los esquemas de un técnico que nunca ha tenido dudas en este sentido. Es un futbolista más del corte de Benítez que de Zizou, pero curiosamente fue Rafa el que prescindió de él para medirse al Barcelona. No se atrevió a jugar con un «stopper» puro y le salió mal. Zidane ha ganado todos sus títulos con la escoba en las manos de Casemiro, que lo barre todo y además se ha atrevido a marcar goles decisivos y a inyectarle carácter al grupo.

No es capitán, pero tira del equipo cuando las cosas se complican. De hecho, en una situación así se ganó la confianza del madridismo. Fue en el camino a la décima Copa de Europa, en la vuelta de los cuartos de final en el campo del Dortmund. Los alemanes ganaban 2-0, estaban a un gol de igualar la eliminatoria y su hinchada apretaba. Sufría el Madrid en Alemania, entró Casemiro en el minuto 73 y puso el partido y la fiebre amarilla bajo control. Todavía tendría que sacar buenas notas en su curso de Erasmus en el Oporto antes de regresar para quedarse definitivamente.

Ahora, ya es uno de los pesos pesados del vestuario, habitual ante las cámaras cuando el resultado no es favorable y hay que salir a dar la cara. Este curso es el líder en balones recuperados: 155 en Liga y 38 en la Liga de Campeones. Corre por él y por los demás, consciente de que su trabajo es permitir que otros compañeros miren a la portería rival sin miedo. Ayuda a tapar la subida de los laterales, cuida de Kroos y Modric y se mete entre los centrales si toca defenderse. Es capaz de robar y salir con el balón y, si es su equipo el que lo tiene, participa menos para acercarse a posiciones de remate. Marcó en la última final de la Liga de Campeones ante la Juventus y en una ida de octavos ante el Nápoles en el Bernabéu, mientras que en Liga sus tantos ante Las Palmas y el Athletic significaron los tres puntos.

Zidane era un «fantasista» como jugador, pero ahora vive más tranquilo con Casemiro en el campo. Lo guardó el sábado pasado ante la Real Sociedad y el equipo ganó sin pasar apuros. Cuando sucede esto, hay quien piensa que el Madrid es más fluido sin él, con un centrocampista extra capaz de tocar de primeras para iniciar el juego. No parece que esta corriente esté dentro de la cabeza de Zizou, que ya dijo el otro día que sabe cómo y con qué futbolistas va a afrontar el partido más importante del curso hasta el momento. Emery admitió que no lo tenía claro, pero si algo es seguro es que su centro del campo estará cargado de músculo. Al no estar Motta podría jugar Lass Diarra junto a Verrati y Rabiot, que son futbolistas de buen pie sin olvidarse jamás de sudar todo lo posible.

Es el día ideal para que Casemiro juegue sobre todo si el cuarto centrocampista es Bale, por mucho que el galés muestre en estos días grandes su versión más comprometida en defensa. El brasileño es una especie en extinción en la plantilla. El curso pasado era de los pocos que no tenía un sustituto específico. Esta temporada se pensó en Marcos Llorente para hacer esta función, pero el canterano no ha respondido y Kovacic tiene otro perfil más ofensivo. El factor Casemiro es único.