Real Madrid

Real Madrid

El Real Madrid conquista las artes marciales

Emilio Butragueño hizo de guía a la estrella del MMA Mariusz Pudzianowski en su visita al Santiago Bernabéu

Emilio Butragueño junto al MMA Mariusz Pudzianowski en el césped del Bernabéu
Emilio Butragueño junto al MMA Mariusz Pudzianowski en el césped del Bernabéularazon

Emilio Butragueño hizo de guía a la estrella del MMA Mariusz Pudzianowski en su visita al Santiago Bernabéu.

La excusa del viaje de Mariusz Pudzianowski a Madrid era impartir una masterclass de MMA (Artes Marciales Mixtas) y Kick Boxing impartidas por Gloria Peritore e Irene Cabello -la primera española en competir en la UFC, la NBA de las artes marciales- en un evento organizado por uno de sus patrocinadores. El polaco, que cumplió 41 años en febrero, fue elegido cinco veces el hombre más fuerte del mundo y seis veces el más fuerte de Europa, pero donde ha construido su leyenda es en el KSW, uno de los eventos más importantes de MMA en Europa que se organiza en su país, Polonia.

Pudzianowski comenzó tarde en las artes marciales. Cuando era joven era el boxeo el deporte que lo atraía, pero lo dejó antes de llegar a los Juegos Olímpicos de Sydney en el año 2000. Para entonces ya se había cansado de recibir golpes y se centró en el trabajo de gimnasio para ser el hombre más fuerte del mundo. En 2009, a los 32 años, regresó a los deportes de combate para hacerse una estrella de las artes marciales mixtas.

Pero su pasión, al menos como espectador, es el fútbol. Y por eso no quiso perder la ocasión de conocer a Emilio Butragueño, que le hizo de guía en su visita al Estadio Santiago Bernabéu. Titan Channel, el canal español especializado en artes marciales, fue el que hizo coincidir a las dos leyendas. “Máss kilos, más peso, más fuerza, trabajo duro y menos charla”, se puede leer en su cuenta de Twitter. Trabaja sin descanso el polaco, pero en el Bernabéu estaba sólo para disfrutar. Butragueño le enseñó el palco, el césped y los vestuarios, donde quiso hacerse una foto junto a la taquilla de su ídolo, Cristiano Ronaldo. Pudo acceder, además, a algún rincón prohibido para los mortales que conocen el estadio a través del Tour oficial y Butragueño le entregó una camiseta con su nombre y el número 1. El Bernabéu no fue el único lugar emblemático de la ciudad -no se perdió los monumentos clásicos ni la plaza de toros de Las Ventas, aunque no pudo ver ninguna corrida-, pero fue el lugar donde más disfrutó. Presumió de ello en las redes sociales, pero su pasión futbolera no acaba ahí. Durante el Mundial, por ejemplo, no ha escondido su decepción por la derrota de Polonia contra Senegal en el debut de la selección de su país.