Tenis

Tenis

Nadal-Federer, duelo de viejos rockeros en las semifinales de Wimbledon

Rafa Nadal celebra un punto en su partido con Querrey
Rafa Nadal celebra un punto en su partido con Querreylarazon

La nueva generación, esa de la que tanto se habla en el tenis, va a tener que seguir esperando. Los viejos rockeros del circuito disimulan muy bien las arrugas y el tiempo no pasa por ellos ni por su tenis. Federer (37 años), Nadal (33) y Djokovic (32) monopolizan las semifinales de Wimbledon junto a Bautista, que vive su mejor sueño a los 31. Ni rastro de la «next gen», porque sobre hierba no existe un Dominic Thiem, que sí es capaz en tierra batida de retar y mirar a cara a cara a los mayores. Unos clásicos que van camino de ser eternos y que se han metido en semifinales con muy poco tiempo en pista y una pizca de sets cedidos.

Un solo parcial se han dejado Rafa y Novak, y dos Federer, al que sorprendió en el arranque del choque de ayer Nishikori para después rendirse.Un dato que ejemplifica el dominio de los de siempre sobre esta hierba más seca que de costumbre por las altas temperaturas y la escasez de lluvia (el cambio climático también afecta al tenis), y una bola más lenta que beneficia a los dos españoles que siguen en competición. Lo reconoce Bautista, que le va bien, y también Nadal, que saltó de forma muy convincente los 1,98 metros de altura de Sam Querrey. El gigante sacador, que llegaba a la cita de cuartos con 100 aces en el bolsillo, le puso las cosas difíciles a Rafa en el primer parcial. Muchas complicaciones le planteó y de todas las trampas supo salir el de Manacor.

El gigante norteamericano era el enemigo más complicado que se encontraba el dos del mundo desde la segunda ronda ante Kyrgios, y el sofocón de los primeros minutos le sirvió para que su juego creciera. Rompió pronto el servicio de Querrey, pero éste le devolvió la rotura ya avanzado el set. Nadal respondió para llevarse definitivamente una manga en la que volvió a sentir lo que supone ceder una pelota de break. En los dos choques anteriores no lo había permitido y ayer Querrey aprovechó una de las que tuvo en parcial de apertura.En el segundo tuvo otro par, pero no las rentabilizó, porque Nadal ya había puesto la velocidad de crucero y Querrey iba muy rápidamente perdiendo la fe en la sorpresa. «Estoy muy contento de estar nuevamente en semifinales y de cómo he jugado. He tenido que afrontar algunas situaciones complicadas y después he ido jugando cada vez mejor», explicaba Rafa nada más salir de la pista uno. Satisfecho por su juego esta semana y media en la que ha mostrado por momentos su mejor versión de siempre sobre esta superficie.

Ante un sacador como Querrey, Rafa volvió a confirmar que su servicio ahora es muy sólido. El segundo parcial acabó con cuatro aces del español y tres del bombardero, al que nada le funcionaba ante el plan de partido de Rafa, que como un robot iba ejecutando camino de unas semifinales monumentales. Once años después de aquella final épica de 2008, que dio hasta para documentales en dvd, el de Manacor y Federer se encontrarán mañana en la central del All England Tennis Club, que ahora tiene cubierta y hasta esos focos que se echaron de menos aquel día en el que el quinto set se jugó ya en penumbra. Estos dos mitos sólo se han visto en Londres en finales (2006, 2007 y 2008) y ahora chocarán una ronda antes.

Un partido enorme que los aficionados no se cansan de ver y que rezan porque se produzca, y eso que hace no mucho Federer y Rafa pensaban que sus próximos duelos iban a ser partidos de estrellas retiradas. Su tenis y su físico les da todavía para luchar por los títulos y seguir peleando por el récord de grand slams, una disputa a la que también se apunta Djokovic, el gran ogro este año en Wimbledon, donde resurgió el curso anterior. Ya está en el penúltimo partido después de vencer a Goffin y sin haberse enfrentado a una raqueta de verdadero calibre. Ésa espera ser Bautista, que sabe cómo vencer a Novak. Es el intruso en unas semis llenas de leyendas.