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Entrevista a Roberto Bautista tras entrar en el "top 10": "Intento ocultar mis emociones a los rivales"

Roberto Bautista Agut firma autógrafos a unos aficionados
Roberto Bautista Agut firma autógrafos a unos aficionadoslarazon

Sólo 21 tenistas españoles han logrado entrar en el selecto grupo de los «top 10» del mundo. El último ha sido Roberto Bautista Agut (Castellón, 31 años) que cuenta sus impresiones a LA RAZÓN desde Nueva York, tras un entrenamiento. Está preparando el Abierto de Estados Unidos, último Grand Slam del año, que empieza el lunes.

–¿Llegar al top 10 es como ganar un título?

–Pues sí. Estoy muy contento, era uno de mis objetivos. El primer objetivo que tuve hace años era hacer «top 100», después ganar un torneo 250, un 500... Este año mi gran objetivo era hacer cuartos de final en un Grand Slam, porque había llegado doce o trece veces a cuarta ronda, pero no la pasaba. Por suerte, lo logré en Australia, y en Wimbledon llegué hasta semifinales.

–¿Ha introducido alguna modificación en su juego?

–Las claves han sido la experiencia de llevar muchos años en el circuito y hacer hincapié en lo que mejor hago. No intentar mejorar cosas que son difíciles, como, no sé, intentar sacar a 220 por hora... Eso creo que nunca en mi carrera lo lograré. Me he centrado en la solidez, el resto, la agresividad... Y me ha salido bien.

–Lo difícil es llevarlo a cabo en los momentos de tensión. ¿Cómo trabaja la mente?

–Trabajé muchos años con un psicólogo que se llama Vicente Falcó, de Castellón. Luego dejé de trabajar con él, pero doy continuidad a lo que hacíamos. Es un trabajo diario, de darle continuidad. Es una parte crucial de nuestro trabajo.

–¿Cuánto valor le da?

–La cabeza tiene un papel muy importante, porque muchas veces la diferencia entre ganar o perder un partido son cuatro puntos y, bueno, está claro que todo lo demás influye: el físico, el tenis, la tranquilidad en los momentos importantes...

–Siempre suele tener la misma expresión en su rostro. ¿Se pone nervioso?

–Intento no exteriorizar mucho los sentimientos, estar muy concentrado en el partido y no mostrarle a mis rivales cuándo me enfado o mis peores momentos. Tampoco quiero malgastar energía y sí estar concentrado.

–Las lesiones le están respetando esta temporada...

–He hecho un trabajo físico muy bueno. Sigo dándole continuidad, porque es muy importante para no lesionarse mantenerse bien tonificado durante todo el año, hacer trabajos de prevención y estar con una buena capa recubierta de músculo para aguantar las cargas de competición.

–¿Es un jugador español raro?

–Tengo unos golpes más planos, un tipo de golpeo diferente y que se adapta bien a las pistas rápidas porque hace que mi bola patine un poquito más que con el golpe de efecto liftado.

–¿Alguien de pequeño le intentó cambiar eso?

–No, no, porque desde pequeño he jugado con una raqueta de adulto, muy pesada para ser un niño, y era la única manera de mover la pelota: el golpear a la bola un poco más plano.

–¿Es bueno el dominio de Djokovic, Nadal y Federer?

–Es bueno para el tenis que ellos estén en activo, entre los tres se retroalimentan, tienen una competición propia y ojalá estén muchos años. El público los quiere ver.

–¿Cómo afronta los partidos ante ellos?

–Cada uno tiene su estilo y hay que adaptar un poco tu esquema o tu orden de juego, pero al final siempre la mejor fuerza de uno mismo es la base... En mi caso, ser sólido, jugar con fuerza desde el fondo y a partir de ahí jugar con un tipo de direcciones dependiendo del rival.

–A Djokovic lo ha ganado dos veces en 2019...

–El año pasado ya tuvimos partidos duros, había ganado unos y perdido otros, y estas dos victorias de 2019 han sido una inyección de moral.

–En Wimbledon no estuvo tan lejos...

–Estuvimos un set iguales y creo que en el tercero merecí un poquito más. Eran mis primeras semifinales de un Grand Slam y él ha estado 20 o 30 veces en esa situación. Estoy contento, sumé otra experiencia más a mi tenis.

–Jugar esa semifinal le impidió incluso estar en parte de su despedida de soltero...

–Mis amigos se fueron a Ibiza y me dieron una sorpresa al venir a Londres y vivir el partido conmigo. Después estuvimos en Ibiza, pero apenas un día, porque tenían que trabajar al día siguiente.

–Fue a Ibiza tras dos semanas en un Grand Slam...

–Acabé reventado. La semana siguiente no me podía mover.