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Escándalo

El ex jefe de Fernando Alonso, en los Papeles de Pandora de la F-1

Ecclestone, Briatore, Stroll e incluso un ex campeón del mundo, Jacques Villeneuve, aparecen en las investigaciones

FILE PHOTO: Former Renault F1 principal Flavio Briatore gestures in the paddock after the qualifying session of the Italian F1 Grand Prix at the Monza circuit
Flavio Briatore, ex director del equipo de Renault de F-1Giorgio PerottinoReuters

Esta semana irrumpió en los informativos de medio mundo un caso denominado «Pandora papers», una investigación llevada a cabo por una asociación de medios de comunicación de todo el mundo que en el caso de España estuvo representada, entre otros, por La Sexta (Atresmedia). Se trata de denunciar las sociedades «offshore» de miles de personas en paraísos fiscales como Panamá, Bahamas o Islas Vírgenes británicas para, presuntamente, evadir el pago de impuestos en sus respectivos países y cuya cifra final se estima en 30.000 millones de euros. Muchos de esos «contribuyentes» son personajes muy conocidos de diversos ámbitos de la vida pública y la F-1 no ha escapado a este caso.

En los Papeles de Pandora han aparecido personas muy importantes de la Fórmula Uno. Bernie Ecclestone, el creador de la F-1 moderna y dueño y señor de esta especialidad hasta que fue «despedido» por el fondo de inversión que tenía los derechos; Flavio Briatore, representante de pilotos y jefe de equipo en diversas épocas entre 1992 y 2008; Laurence Stroll, propietario del equipo Aston Martin e incluso Jacques Villeneuve, campeón del mundo en 1997.

En la F-1, el dinero siempre ha sobrevolado cada rincón de forma legal y no tanto. Ecclestone, que según publicaciones como «Forbes» amasa una fortuna de 4.000 millones de euros, ha evitado la cárcel en varias ocasiones. En 2014 llegó a un acuerdo con la fiscalía de Munich por un soborno de 44 millones de euros. Abonó 74 para no pasar varios años en prisión. Siempre fue un personaje muy temido en cualquier ámbito de los negocios. Aunque nunca ha podido ser demostrado, en Inglaterra siempre se le relaciona con el famoso asalto al tren de Glasgow en 1963. Una banda de 15 miembros ideó el robo de un tren correo que transportaba una cantidad cercana a 55 millones de euros al cambio de hoy. Los ladrones huyeron de forma veloz en varios coches de competición modelo Jaguar MKII. La policía capturó a la mayoría meses y años después (dejaron sus huellas en un tablero de Monopoly olvidado en la casa donde se refugiaron) y recuperó parte del botín, pero no todo. Uno de los conductores más rápidos de aquella huida fue el ex piloto Roy James, que después de pasar una temporada encerrado salió en libertad y, casualidades de la vida, empezó a ejercer su profesión en la F-1 en la que ya mandaba Ecclestone (muchos afirman que usó una parte del dinero para comprar los derechos de la F-1). Se encargó del diseño y creación de los trofeos, ya que era platero...

Ahora Ecclestone es investigado por unas acciones de un club de futbol que compró con Flavio Briatore: el Queens Park Rangers de Londres que estaba en la segunda división inglesa. Una broma para Ecclestone, al que también se le atribuye la filtración de las fotos de la orgía de estética nazi protagonizada por el presidente de la FIA, Max Mosley, que salieron en portada del tabloide «News of the World». Fue una venganza.

La F-1 se mueve por todo el mundo y el paddock y las zonas reservadas a invitados son verdaderos centros de negocio. Hace años que en Europa y ya en casi todo el mundo se prohibió la publicidad del tabaco, sin embargo, compañías como Phillips Morris (Marlboro) han mantenido su apoyo a Ferrari para seguir estando presentes. Y todo eso sin tener presencia en el coche. Ahora vuelven a tenerla para promocionar su cigarrillo electrónico.

Los delitos fiscales como los «Pandora papers» han sido los que más han afectado a la F-1. Las noticias de camiones retenidos y/o confiscados en algunos países no están muy lejanas. Y es que, por la F-1 han pasado nombres y patrocinadores tan poco deseables como las empresas que pertenecían a la familia Bin Laden, que apoyó a Williams en los 80. Hasta el propio órgano de gobierno que gestiona este deporte, la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), tiene dos sedes. Una en París y otra, la más activa por personal y tamaño, en Suiza…