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España y el regreso de la ilusión

El resultadismo no debe tapar a un equipo que con Luis Enrique al frente tiene una proyección extraordinaria

Luis Enrique aplaude a sus chicos después de la final de la Liga de las Naciones
Luis Enrique aplaude a sus chicos después de la final de la Liga de las NacionesMiguel MedinaAP

Independientemente de lo que a uno le guste o le deje de gustar Luis Enrique en el banquillo de España, hay varias cosas que no se le pueden discutir al seleccionador nacional. La primera y probablemente la más importante de todas es lo honesto que resulta tanto en su propuesta futbolística como en su comportamiento fuera del terreno de juego. Nadie puede pretender cambiar la personalidad de un entrenador que ya conocíamos cuando fue elegido para el cargo. Es evidente que la selección va creciendo en su fútbol a base de torear morlacos importantes, caso de Italia, Francia o Alemania, sin cambiar su idea inicial de juego.

La actitud distante hacia los medios de comunicación y la no convocatoria de jugadores del Real Madrid le generan un importante número de detractores como era más que previsible. Su mérito es que consigue centrar el foco de las críticas sobre su figura y su apuesta decidida por la juventud es la mejor forma de dar confianza a sus futbolistas.

El mejor partido que jugó España en la pasada Eurocopa fue precisamente en el que nos mandaron a casa, ya saben lo de la semifinal aquella ante Italia. Aquella derrota como la de ayer nos deben enseñar que no hay que caer en el resultadismo en un equipo que tiene una proyección extraordinaria para el próximo Campeonato del Mundo y para mucho más adelante.

Después de una larga travesía se ha encontrado un camino que bien podría darnos grandes alegrías en un futuro cercano. En el momento en que todos estos chavales, en torno a los 20 años, cojan un poco de experiencia, algo que se consigue con partidos como el de ayer, el futuro será suyo. Las ganas de volver a ver a la selección han vuelto después de unos años muy duros. De la selección que lo ganaba todo hemos llegado a un equipo que es capaz de competir ante cualquiera y eso es algo que hay que agradecérselo a Lucho. Por muy desagradable que se ponga con los medios.