Fútbol

Brahim, el debutante que no debuta

Vive su primera convocatoria con Luis Enrique en la absoluta, aunque ya marcó un gol con la Roja el pasado verano

Brahim, en un entrenamiento con la selección
Brahim, en un entrenamiento con la selecciónJUANJO MARTINAgencia EFE

Brahim es un debutante extraño en la selección española, un novato que ya ha jugado un partido y ha marcado un gol con la Roja. Fue en el amistoso previo a la Eurocopa contra Lituania, cuando los sub’21 tuvieron que sustituir a la absoluta. Brahim fue uno de los reclamados por Luis de la Fuente para la emergencia. Marcó uno y pudo marcar otro más, pero cedió el balón a Abel Ruiz para que lanzara un penalti que el jugador del Braga falló.

Sin embargo, es la primera convocatoria de Brahim con Luis Enrique. «Puede jugar en cualquiera de las dos bandas. Domina las dos piernas con maestría es de esos que les ves pegarla con la derecha y piensas que es diestro y la pega con la izquierda y piensas que es zurdo. Tiene gol, tiene pase, tiene fantasía... Trabajaremos para que mejore las prestaciones defensivas, que es imprescindible para jugar en la selección y una de las cosas a mejorar. Puede jugar en banda o de interior, incluso de delantero y es un jugador muy importante en su club», explicaba Luis Enrique en el momento de anunciar la lista de convocados.

«Puedo jugar en varias posiciones. Es el entrenador el que decide. Puedo jugar tanto por el centro como por fuera», confirma el jugador, que tiene las peticiones del seleccionador grabadas en la cabeza. «Es un grupo muy unido y voy a intentar aportar mi granito de arena tanto en lo ofensivo como en lo defensivo», afirma el jugador del Milan, con una mezcla de acentos que va del malagueño al italiano. Lo repitió en varias ocasiones, consciente de las importancia que concede Luis Enrique al trabajo defensivo de todo el equipo.

El futbolista, cedido por el Madrid, es uno de los jugadores fundamentales del Milan, que intenta recuperar el esplendor perdido y es segundo en la Serie A empatado a puntos con el Nápoles. Como si volvieran los años 80, con Maradona en el equipo napolitano y los holandeses en el rojinegro, pero el «10» del Milan en lugar de ser Gullit ahora es Brahim. Su peor momento ha sido tener que pasar el covid-19, pero ya está totalmente recuperado y en forma. «Estoy mejor, lo pasé de la mejor manera posible», asegura. Y se muestra feliz por la llamada del seleccionador. «Estoy superagradecido y contento por estar aquí», dice. «Estoy superagradecido al míster y a los compañeros por la acogida», insiste.

«Aparte de ser muy buen entrenador es muy cercano y muy buena persona», dice del seleccionador el debutante que no debuta. «Lo que he hablado con él queda dentro del vestuario», asegura sin querer revelar ningún secreto.

No quiere más protagonismo Brahim del que le corresponde y elude cualquier pregunta en la conferencia de prensa sobre su posible regreso al Real Madrid la próxima temporada.

«Nos tenemos que centrar en el jueves», repite una y otra vez sin querer salirse del guion. El jueves, mañana, es el compromiso contra Grecia, la primera de las dos finales que tiene que afrontar la Roja para llegar al Mundial de Qatar en el otoño de 2022. Pero no quiere pensar en un Mundial sin la Roja, algo que no sucede desde 1974. «No me imagino un Mundial sin España. España tiene que estar en el Mundial», dice. Si estará él es otro asunto.