Final de la Copa del Rey: Real Madrid - Osasuna
Abde, el futbolista "de la calle" que se iba a jugar con los amigos después de entrenar: "Si arranca, no lo coges..."
Portillo fue el descubridor de Abde en el Hércules. Le vio jugar 45 minutos y lo fichó. Explica cómo intentó que este chico con cualidades innatas evolucionara en todos los sentidos. Después, lo fichó el Barça y está cedido en Osasuna
Javier Portillo era el director deportivo del Hércules en 2016 y el director de fútbol base, José Antonio Palomino, le decía: "Tienes que venir a ver a este jugador". Y le insistía: "Tienes que venir". Lo habitual es que ese trabajo lo hiciera el propio Palomino y pasara el informe, pero esta vez había algo diferente. "Y le fui a ver y me encuentro con la sorpresa de que lo que me habían comentado se quedaba corto", recuerda Portillo, actualmente en la dirección deportiva del Rayo Vallecano.
Ese chico de 15 años es Abde, que había llegado mucho tiempo atrás a España, a un barrio de Elche, con su familia de origen humilde para buscarse la vida.
"Era un jugador que había que firmar sí o sí. De hecho, el primer partido lo vi sólo 45 minutos y no necesitaba más", añade Portillo. Lo que se encontró fue un chaval con "desparpajo, buen uno contra uno y explosivo, sobre todo en los primeros metros, y diferente al resto". Ya en las categorías inferiores del Hércules el entrenador lo utilizaba al principio como agitador en las segundas partes, pero poco a poco se fue haciendo un hueco. "Sólo tenía 15 o 16 años y estaba jugando dos años por encima de lo que le correspondía", desvela Portillo, que utiliza mucho la palabra "estructura" para explicar el trabajo que hicieron con Abde para que ese "futbolista de calle, de balón, nada táctico" fuera mejorando con la pelota y en todos los sentidos.
"El desparpajo de dentro lo tiene también fuera: no le importaba decir lo que fuera con 16 años, aunque los capitanes tuvieran 34"
"Ahora en el Rayo podríamos apostar más, pero en el Hércules teníamos una estructura de Segunda RFEF e intentamos potenciar sus características y el orden fuera del campo, el tema de la alimentación, etc... Por ejemplo, él terminaba de jugar con el filial y a lo mejor se quedaba tan corto de tarea que por la tarde se iba a echar unos partidos con los amigos. Eso no tenía sentido, era mejor entrenar directamente con el primer equipo y alguna tarde le hacíamos trabajo preventivo a nivel físico", desvela Javier Portillo, y asegura que Abde tenía el mismo atrevimiento dentro del campo y fuera: "Le daba igual entrar al vestuario del Hércules con 16 años y que los capitanes tuvieran 33 o 34, si tenía que decir algo lo decía, o si necesitaba fisioterapia se ponía, no esperaba turno".
Dos millones, mucho para ser Segunda RFEF
Su proyección le llevó a que apostaran fuerte y le hicieran un contrato largo con un cláusula alta que terminó pagando el Barça (en 2019). "No es fácil ver que se vende un jugador en Segunda RFEF por dos millones, diría que es casi imposible, no recuerdo en los últimos 20 años a ningún otro", afirma Portillo.
En el Barcelona su destino era el filial, aunque llegó a debutar en el primer equipo (12 partidos) con Sergi Barjuán y tuvo minutos cuando llegó Xavi, sobre todo ante la plaga de lesiones que sufría el equipo. El club lo cedió a Osasuna, donde está protagonizando una gran campaña (29 encuentros en total, 5 goles y dos asistencias) y va a ser titular en la final de Copa contra el Real Madrid. "Está en un gran club y el aprendizaje seguro que es bueno. Sus características son innatas, y si encima lo potencia...", opina Portillo. "Ha mejorado en la toma de decisiones", dice su entrenador, Arrasate, de un atacante que engaña. "A pesar de ser delgadito o de que su carrera no sea elegante, el tren inferior es potente, explosivo, si arranca no lo coges. Tiene que mejorar en defensa, en ayudar al lateral... Pero al final es la edad, lo irá adquiriendo", concluye Portillo.
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