Opinión
El Atlético renuncia a competir
A Simeone, generar tres ocasiones y no encajar le parece un buen plan. Bajo esta premisa, el espectáculo o el entretenimiento está prácticamente descartado en los partidos de los rojiblancos
Si había algún seguidor del Atleti que tuviera una pequeña esperanza de poder pelear el campeonato de Liga, ya se han encargado los del Cholo Simeone de arrojar un cubo de agua fría sobre los ilusionados.
Es imposible creer en el equipo cuando no lo hacen ni los propios protagonistas, que fueron a Las Palmas a tomar el sol, sin ninguna intención de jugar al fútbol. Una vez más, el equipo deleitó al respetable con un partido aburrido, soporífero y muy lejos de considerarse un partido de fútbol.
Debería ser delito cobrar a alguien una entrada por un espectáculo que padres sin piedad pondrían a los niños que se portan mal como un castigo cruel. Cómo tuvo que ser para que el propio técnico argentino reconociese que el segundo tiempo había sido malo. Eso sí, los primeros 45 minutos le parecieron «correctos» al Cholo, y es que el Atleti tuvo dos ocasiones de gol, bien salvadas por el portero local.
Y es ahí donde radica el problema del supino coñazo que suponen los partidos del equipo rojiblanco, que al entrenador argentino generar tres ocasiones por partido y no encajar gol, mientras que entre medias no pase nada de nada sobre el césped, le parece un buen plan. Bajo esta premisa, el espectáculo o el entretenimiento está prácticamente descartado, pero si quieres analizar el juego del partido, el planteamiento es difícilmente defendible cuando se gana, e imposible hacerlo cuando no se consigue la victoria.
Da igual el sistema, el once titular o los que salgan del banquillo, que nadie va a entender nada. La realidad es que ningún jugador está dando su mejor versión y que los problemas para jugar contra los equipos de la zona baja de la tabla siguen siendo los mismos de las últimas temporadas. El Atleti toma cero riesgos porque su entrenador solo vive de mantener la portería a cero y aprovechar los errores rivales por la superior calidad de su plantilla, pero contra equipos que empatar con el Atleti lo consideran un triunfo, el partido termina siendo un bocadillo de polvorones infumable.