Copa del Rey

Dortmund

Casillas inicia la remontada

«Tenemos una última oportunidad para llegar a la final y vamos a morir en el campo», dijo Iker. El Madrid necesitará algo más que épica para golear al Dortmund, invicto después de 11 partidos

«Tenemos una última oportunidad para llegar a la final y vamos a morir en el campo», dijo Iker
«Tenemos una última oportunidad para llegar a la final y vamos a morir en el campo», dijo Ikerlarazon

Madrid- Por mucho que últimamente su relación con Mourinho haya dividido algo al madridismo, en pocas cosas cree tanto la afición blanca como en Iker Casillas. Le han visto hacer paradas imposibles que ganaron partidos y levantar todos los títulos a los que puede optar un futbolista, así que no había ninguna voz más autorizada que el guardameta para, unas horas después de la debacle de Dortmund, dar comienzo a la remontada. «Todos estamos dolidos por el resultado, pero deseando también que llegue el martes. El convencimiento de remontar existe y está ahí. Sabemos que tenemos una última oportunidad y que detrás de esos 90 minutos está la posibilidad de disputar una final», decía Casillas, que no se quita el brazalete de capitán ni para actos promocionales como el de ayer. «Hay que morir en el campo, entiendo a los madridistas que se fueron a la cama sin cenar y se levantaron al día siguiente enfadados. Conozco muy bien a mis compañeros de vestuario y sé que vamos a poner la eliminatoria a nuestro favor. En la plantilla hay el convencimiento de que se puede. Los más viejos del lugar recuerdan grandes eliminatorias en las que el Real Madrid tenía todo perdido y se clasificó».

Iker tocó todos los puntos emocionales propios de estas ocasiones para que el público convierta el Bernabéu en una caldera contra los alemanes, pero también reconoció que el equipo necesita recuperar el nivel futbolístico para que la remontada tenga argumentos en los que apoyarse. El Dortmund le ha ganado dos de los tres enfrentamientos esta temporada al Real Madrid, y hasta en el empate del Bernabéu la sensación de superioridad fue germana. Los de Klopp no han perdido ninguno de los 11 partidos que han disputado en esta edición de la «Champions»; han ganado los seis en el Westfalenstadion, han marcado 23 goles y sólo han encajado 11.

Tanto sus números como su fútbol son elocuentes, pero Iker cree que el Madrid tiene opciones: «Son un equipo que aprieta mucho y corre incluso en exceso, pero creo que nuestro nivel de calidad individual y colectiva es suficiente para hacerles daño; por algo hemos llegado hasta las semifinales los últimos tres años», dijo.

El Real Madrid tiene poco menos de una semana para preparar «el partido más importante de la temporada» y este tiempo es del que dispone Mourinho para dar con el antídoto contra la plaga amarilla. Otra vez, los germanos se las apañaron para ahogar la salida de balón de Xabi Alonso y por allí empezó a morir el Madrid. Khedira no es lo mismo y Modric no acaba de influir en los partidos como en Inglaterra. Özil estaba en la banda y Cristiano, muy solo. Todo esto deberá ser diferente en el Bernabéu, que sueña con una noche mágica que unir a las del Anderlecht, el Inter o el otro Borussia, el Mönchengladbach.

Insistió hasta el cansancio que ahora no existe otra cosa que la vuelta de semifinales y que ni los nombres ni las situaciones personales está por encima de lo del martes. «El entrenador no es frío conmigo, es honesto. Dice la verdad. En lo profesional tenemos un trato de mucho respeto, hablamos de fútbol. Y en lo personal no es la misma relación», aseguró de Mourinho sin decir su nombre. Ni una queja y sólo palabras de elogio hacia Diego López pronunció respecto a su suplencia. No está seguro de si volverá a jugar este curso, aunque está listo: «Me entreno de forma brillante, como otras veces, y ahora ayudo al equipo de una forma diferente a la de los últimos 14 años».

El martes verá desde el banquillo la búsqueda de los tres goles que necesita el Madrid –«sería ideal ir 2-0 al descanso», explica–. Antes está el derbi ante el Atlético, pero en la cabeza blanca sólo existe el Dortmund.

Florentino no se rinde

La del miércoles no fue una noche precisamente fácil para el Real Madrid, y fue el presidente del club de los primeros que empezaron a levantar el ánimo para la remontada. Florentino bajó al vestuario blanco para alentar a los futbolistas y recordarles que quedaban 90 minutos en el Santiago Bernabéu. Ya en el aeropuerto, un grupo de aficionados radicales madridistas increpó a algunos futbolistas, aunque aplaudieron a Cristiano Ronaldo.