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Liga de Campeones

El Athletic Club sigue deprimido en Dortmund

Terminó encajando una goleada, 4-1, pese a soñar durante muchos minutos de la segunda parte con el empate

Maroan, después de uno de los goles encajados por el Athletic en el Signal Iduna Park
Maroan, después de uno de los goles encajados por el Athletic en el Signal Iduna ParkFRIEDEMANN VOGELAgencia EFE

El imponente «Muro Amarillo» del Signal Iduna Park tuvo enfrente a 4.000 aficionados del Athletic Club. Fue la principal resistencia del equipo bilbaíno que en Dortmund sufrió su segunda derrota en la competición. Una cruel goleada, 4-1. Los alemanes protagonizaron en la primera jornada el partido más loco en el arranque de la Champions con su empate a cuatro en Turín. En su casa ante los de Valverde no necesitaron esa dosis de locura. No han perdido un partido oficial los alemanes en lo que va de temporada y la primera vez tampoco fue ante los rojiblancos. No ha ganado el Athletic un partido en todo el mes de septiembre y octubre ha empezado con la misma dinámica. Malos tiempos en el «Botxo».

Es como si el equipo se limitara a certificar la afirmación de Iñaki Williams sobre la baja de su hermano. El mayor, como el equipo, están sumidos en una especie de depresión sin su jugador franquicia después de un notable comienzo de curso allá por el mes de agosto.

El Dortmund no necesitó una de esas salidas explosivas que protagoniza con frecuencia en su estadio. Se apropió del balón sin demasiada autoridad y se lo tomó con mucha calma porque el Athletic en ningún momento amenazó. Sin acelerones y sin generar demasiado peligro llegó el gol de Svensson antes de que se alcanzara la primera media hora. Fue una recompensa excesiva porque el equipo de Kovac había carecido de la mordiente habitual. Tampoco la necesitó para marcar el segundo nada más volver de los vestuarios. El Athletic estaba obligado a reaccionar. Valverde había movido el banquillo y el equipo empezó a atreverse. Así llegó el gol de Guruzeta y David Navarro estuvo a centímetros de empatar. Un fuera de juego estropeó una jugada sobresaliente. Lo que llegó en el mejor momento del Athletic fue el tercero de los locales.