El próximo domingo 13 de julio, el fútbol mundial vivirá uno de sus momentos más esperados del año: la gran final del Mundial de Clubes 2025, que enfrentará al Paris Saint-Germain y al Chelsea. El partido se disputará en el imponente MetLife Stadium, en East Rutherford, Nueva Jersey, un recinto con capacidad para más de 80.000 espectadores y que también acogerá la final de la Copa del Mundo de 2026.

El PSG, ante su temporada más gloriosa

El PSG llega a esta final con la posibilidad de cerrar la mejor temporada de su historia. Los dirigidos por Luis Enrique han ganado ya la Ligue 1, la Copa de Francia y, de forma contundente, la Champions League, donde golearon 5-0 al Inter de Milán en la final. Si levantan el trofeo este domingo, firmarían un póker de títulos sin precedentes para el club y el fútbol francés.

El camino de los parisinos en el Mundial de Clubes ha sido imponente. Vencieron a Inter Miami, Bayern Múnich y, en semifinales, aplastaron 4-0 al Real Madrid en una actuación que rozó la perfección. Son claros favoritos para llevarse el título.

Chelsea, un proyecto en construcción

Frente al gigante francés estará un Chelsea en plena construcción, pero que ha sabido reinventarse con rapidez bajo la dirección del técnico italiano Enzo Maresca. Tras un inicio dubitativo en el torneo (incluyendo una derrota ante Flamengo), el equipo londinense ha ganado solidez y confianza, superando a rivales como Benfica, Palmeiras y Fluminense.

En semifinales, los 'blues' vencieron con autoridad al Fluminense por 2-0, gracias a un doblete del recién fichado João Pedro, que se incorporó hace unos pocos días al equipo. El conjunto inglés llega con la moral alta, aunque con la duda de Moisés Caicedo, lesionado del tobillo en el último partido. Su evolución será determinante para el mediocampo londinense.

Para el PSG, esta puede ser la culminación de una temporada histórica, mientras que para el Chelsea representa la posibilidad de recuperar prestigio y levantar su segundo Mundial de Clubes tras el conseguido en 2021.