Antes del Inter - Barcelona de la Champions, las palabras de Deco han generado una polémica innecesaria en un partido crucial y que no ha empezado nada bien: “Sabíamos que mejorando al entrenador y haciendo cambios la cosa podía mejorar”. Una afirmación que está de más y que no tienen ningún sentido decirla en un momento tan importante para el Barcelona. "

Unas semifinales de Champions siempre son distintas a cualquier otro partido. Son días decisivos, pero ahora estamos centrados en estar en la final. Ya hablaremos de la Liga después", había dicho también.

"Sabemos de lo que puede hacer y de su madurez, pero el partido lo decidirá el equipo". Y después, soltó la bomba: "Habíamos ganado la Liga y la temporada pasada llegamos a los cuartos de final de Champions. Sabíamos que mejorando el entrenador y con algunos cambios internos podíamos mejorar y así ha sido"

El final de Xavi

El cierre de la pasada temporada dejó más dudas que certezas. Aunque la plantilla contaba con una generación joven ilusionante, el equipo no logró traducir ese potencial en títulos importantes. La propuesta futbolística de Xavi, pese a su vínculo emocional con el club, no terminó de consolidarse ni a nivel de identidad ni de resultados. Desde la dirección deportiva, encabezada por Deco, se concluyó que era momento de romper con una etapa que mostraba signos de agotamiento.

El relevo en el banquillo no fue meramente simbólico. La elección de Hansi Flick, técnico alemán con experiencia y palmarés contrastado, respondió a la necesidad de introducir un liderazgo distinto, más pragmático y convencido del potencial de la plantilla. A diferencia de la distancia que se había generado con Xavi en sus últimos meses, la sintonía entre Deco y Flick ha sido inmediata.

Efectos del cambio: títulos y revalorización

Los resultados han dado respaldo a la decisión. Bajo el mando de Flick, el Barcelona ha conquistado ya la Supercopa y la Copa del Rey, lidera con autoridad LaLiga y está jugando por la final de la Champions. El valor del equipo se ha incrementado notablemente, impulsado por la consolidación de jóvenes talentos como Lamine Yamal, Pau Cubarsí o Fermín, que han encontrado continuidad y confianza en el nuevo esquema.

Así, la continuidad de Flick está prácticamente asegurada, con un acuerdo de renovación hasta 2027 a punto de oficializarse. El cuerpo técnico y la directiva trabajan ya en reforzar posiciones clave, como los laterales, para dotar al equipo de más profundidad y adaptarse a las exigencias del entrenador alemán. El proyecto ya no es solo una promesa: empieza a consolidarse como una apuesta de presente y futuro.