Fútbol
Euro 2020: Escocia apaga a Inglaterra (0-0)
No encontró la manera de abordar a un rival muy ordenado y que no le dejó espacios. Decepcionante, otra vez, Kane
Los nombres de los jugadores de la selección inglesa asustan y provocan que se considere al equipo de Southgate como uno de las favoritos para la Eurocopa y más cuando, se supone, los últimos partidos se jugarán en su cosa. Puede que Inglaterra impresione a casi todos (por ejemplo a Croacia en el estreno de la Eurocopa, a la que no dejó respirar durante veinte minutos) pero eso no le dice nada a Escocia, su vecina y el rival contra el que más encuentros ha disputado, el rival con el que se estrenaron los partidos de selecciones. Es inferior técnicamente, pero no le falta carácter y personalidad. A Escocia, que Inglaterra aparezca con Mount, Sterling, Kane o Foden o que luego salgan Grealish o Rashford no les dice nada, no alteran el rostros los futbolistas ni varía ni un ápice del plan. Vale, nosotros a lo nuestro.
Y lo suyo fue mantener a raya durante todo el partido al rival, sin apenas permitir una carrera y teniendo el balón el mayor tiempo posible cuando se podía., Y cuando no, mantenerse ordenada atrás. Contra eso, Inglaterra no mostró ninguna de sus virtudes: ni las carreras de Sterling o la habilidad de Foden, ni el estilo de Kane, que fue sustituido a quince minutos del final del encuentro, con empate a cero y sin haber dejado ni una pista de lo que es y del interés que despierta en los grandes de la Premier. Desconectado del resto del equipo, sin poder participar en el juego colectivo, porque ni descarga ni se puede dar media vuelta; y lejos también de la zona de remate. Tuvo uno, un cabezazo al que llegó muy forzaro y apenas rozó. Tenía que ser uno de los delanteros decisivos y puede que no haya rematado a puerta en los dos primeros encuentros que ha disputado. Sólo Mount dejó algunos detalles, muy poquitos de lo que puede ser. Siempre buscando un desmarque de Sterling, pero sin resultado. Lo mejor de Inglaterra fue un cabezazo de Stones a poco de comenzar el partido y después un saque de esquina. Tras un salto espectacular y solo, envió el balón al palo. Con unos pocos centímetros podía haber ido dentro e Inglaterra se hubiese ahorrado el mal trago de después, el de un partido que le dejó muchas dudas y que congela un poco la ilusión con la que comenzó la Eurocopa.
A Escocia le iba la vida en el partido y así se lo tomó. Tras perder contra la República Checa en la primera jornada, no podía cometer otro error porque eso suponía despedirse del torneo. Ese golpe de responsabilidad podía afectarle, pero ocurrió lo contrario: le dio seriedad y no se la quitó durante los noventa minutos del partido.
Se cerró bien atrás con dos líneas muy juntas y por ahí no había quien pasase. A cada minuto que pasaba, mas fuerte se sentía. Después salía muy rápido, como hacen las selecciones que tienen dos cosas muy claras: su inferioridad y el plan para reducir lo máximo posible esa debilidad.
En la segunda parte, Inglaterra se fue desinflando, con sólo dos cambios, pero sin nuevas variantes. Fue más confusa que con criterio y Escocia vio algunos caminos hacia la portería rival. La ocasión más clara fue para los visitantes.
El empate no es malo para Inglaterra, la sensación, bueno.
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