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Euro 2021, España-Polonia: más calor en Alemania que en Sevilla

El segundo partido de la selección en La Cartuja fue con una temperatura suave, nada que ver con lo que le espera el miércoles a las seis de la tarde contra Eslovaquia

Jugadores de España escuchan los himnos nacionales antes de su encuentro.
Jugadores de España escuchan los himnos nacionales antes de su encuentro.Kiko HuescaEFE

El calor en Sevilla desapareció en el descanso del partido ante Suecia. En ese momento llegaron las nubes y en estos días previos a la cita con Polonia los visitantes se podrán quejar de muchas cosas en la ciudad, pero no de asfixiarse por las calles. Incluso de noche a algunos les hace falta una manga larga para apurar la cena antes de que a las doce en punto se cierre todo. A la hora del duelo con la cuadrilla de Lewandowski el termómetro no subía mucho por encima de los 20 grados, mientras que en el choque previo del día, el Portugal-Alemania de Múnich, el calor era sofocante.

Y lo mismo contaban los enviados especiales al Gran Premio de Alemania de MotoGP, en Sachsenring: que el calor apretaba. Así que un poco el mundo al revés en estos tiempos de cambio climático, porque en La Cartuja la temperatura se parecía más a la primavera-verano polaca que a la de Andalucía occidental.

Precisamente el calor fue una de las causas, según le contaron a Luis Enrique, de que el césped el pasado lunes no estuviera en las mejores condiciones. Las altas temperaturas previas no ayudaron, pero ayer al menos el aspecto era casi perfecto. Verde inmaculado y sólo algunos tonos amarillos cerca de una de las porterías, donde estos días han trabajado las lámparas de los jardineros. Como decía alguno, «el que no juegue bien aquí es porque no sabe». Pues eso, que no había excusas, ni por el césped ni por la temperatura.

La invasión polaca fue mucho menos numerosa que la sueca, aunque los fans de Lewandowski hacen más ruido y son algo más bruscos que los nórdicos. Alguno seguro que no vio el partido, porque a dos horas del comienzo ya necesitaba ayuda para cruzar los pasos de peatones de La Cartuja camino del estadio. Esta mañana le habrán contado el resultado mientras le daban un paracetamol para el dolor de cabeza. Y menos mal que no hacía calor, porque es lo que le hubiera faltado al pobre polaco, que pensaba que se estaba hidratando con la Cruzcampo extremadamente fría y resulta que no.

La temperatura era ideal, aunque otra cosa será el miércoles en el desenlace del grupo frente a Eslovaquia. Los 26 grados de máxima de ayer se van a transformar en 33 dentro de tres días y para colmo el horario unificado que ha previsto la UEFA es el de las seis de la tarde. Ya dijo el seleccionador que no hay manera de cambiarlo. La sede prevista era Bilbao y allí jugar a media tarde no es un problema. O sí. Y si no que se lo digan a los que fueron ayer al Allianz Arena de Múnich o al circuito de Sachsenring a ver a Marc Márquez.