Goran Pandev, el sueño de una nación

Goran Pandev es uno de los futbolistas más veteranos de la Eurocopa. Nació antes que su país. Cuando Macedonia, hoy Macedonia del Norte, se declaró independiente, el delantero ya tenía ocho años. Hoy, a sus casi 38, que cumplirá en julio, el delantero es mucho más que un futbolista para su país, es un símbolo y una leyenda. El hombre que ha hecho realidad el sueño de una nación.

Marcó el gol que clasificó a Macedonia para la primera Eurocopa de su historia y también llevó su firma el primer tanto de su selección en una fase final. El que le hizo a Austria. Todavía no sabe si se retirará cuando termine el torneo. Tiene una oferta del Genoa para renovar y su entrenador, Davide Ballardini, ha bromeado diciendo que si se retira, le denuncia. Le necesita dentro y fuera del campo. Pandev ha pedido tiempo para reflexionar. Debe averiguar si su ilusión por seguir jugando es más poderosa que el descanso que quizá necesiten sus piernas y su cabeza.

Futbolista que más veces ha sido internacional con Macedonia del Norte y máximo goleador de la selección, Pandev lleva 20 años de carrera, la mayoría en Italia, donde lo ha ganado todo. Muy lejos quedan sus comienzos en el Belasica de su ciudad natal, Strumica. Solo tenía 18 años cuando lo fichó el Inter, que tras una campaña lo cedió al Spezia y Ancona. En 2004 aterrizó en la Lazio, donde ganó sus primeros títulos, la Copa y la Supercopa de Italia. Después de cinco años allí consideró que había llegado el momento de salir y regresar al Inter. El presidente de la Lazio, Claudio Lotito, se negó, lo mandó cinco meses a la grada, Pandev denunció al club y un juez terminó dando la razón y la libertad al futbolista. El carácter irreductible que siempre ha tenido en el campo, también lo demostró en los despachos.

Pandev llegó a tiempo al Inter para lograr el triplete (Serie A, Copa y Liga de Campeones) de la mano de José Mourinho en 2010. Con el Inter volvió a ganar la Copa en 2011 y repitió victoria en este torneo en 2012 y 2014, pero esta vez con el Nápoles. Pasó una temporada por el Galatasaray, con el que conquistó la Liga y la Copa, y desde 2015 milita en el Genoa.

Instalado en la cima, en vez de perder la cabeza después de ganar la Champions, ancló todavía más sus pies en el suelo. Consideró que había llegado el momento de devolver a su pueblo parte de lo que el fútbol le había dado. Fundó una academia de fútbol en su ciudad con el único pensamiento de ayudar a los niños. La academia fue creciendo al mismo ritmo que los niños cumplían años y lo que empezó siendo un proyecto pensado para los más pequeños terminó convertido en un equipo profesional, que pasó de la quinta a la primera división de Macedonia. En 2019, el Akademija ganó la Copa de su país. Otro sueño que Pandev hacía realidad.