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El indulto de Luis Enrique

El seleccionador hasta aquí sólo ha sido un líder protector que no ha influido para bien en los partidos

Luis Enrique saluda a su llegada al hotel de Sevilla
Luis Enrique saluda a su llegada al hotel de SevillaRaúl CaroEFE

El hincha futbolero reparte indultos, amnistías y cadenas perpetuas un fin de semana sí y otro también. Cuando ese aficionado se pone la camiseta de España examina, de un tiempo a esta parte, todo lo que pasa en la selección con los colores de su equipo. Mal negocio por la tendencia a usar el gatillo fácil. El indulto al equipo de Luis Enrique es una quimera por lo visto en la primera fase. Una victoria ante Eslovaquia sería una vacuna que requeriría una nueva dosis en el cruce de octavos para empezar a creer en algo. Ese algo ahora no es ganar el torneo, es ver un equipo del que poder sentir cierto orgullo. Ante dos selecciones del montón, España ha sido incapaz de ganar. Lo peor no han sido los resultados, han sido las sensaciones. Quizá es que a la Roja actual haya que incluirla también en ese grupo de equipos a los que se puede exigir lo justo. Lo de hoy ante Eslovaquia es un todo o nada que puede marcar a una generación.

Luis Enrique ha sido hasta ahora poco más que un líder protector para un grupo de futbolistas carentes de un jefe en la manada. El seleccionador se ha preocupado de defender lo suyo y a los suyos. Es una actitud loable, «clementismo» del siglo XXI, pero a la hora de tomar decisiones en los partidos el liderazgo y los aciertos no se han hecho notar. En un grupo en el que el manejo de los egos es sencillo, es la misión más importante del seleccionador. El césped, las críticas, Eslovaquia... el «procés» de España en la Euro vive hoy una jornada crítica.