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Ansu Fati regresa con gol en la fiesta del Barcelona ante el Levante (3-0)

Depay, de penalti, y Luuk de Jong, que se estrenó como goleador en el Camp Nou, marcaron en la primera parte y el “10″ reapareció tras diez meses y marcó el tercero para llevar el éxtasis a la grada

Ansu Fati reapareció con el Barcelona después de lesionarse en la rodilla izquierda en noviembre de 2020
Ansu Fati reapareció con el Barcelona después de lesionarse en la rodilla izquierda en noviembre de 2020Joan MonfortAP

El Barcelona encontró por fin un día de paz en esta temporada, sin peros. Jugó bien, ganó, se estrenó Luuk de Jong como goleador, reapareció Ansu Fati... Y de qué manera. Demasiadas buenas noticias de golpe para un equipo que está viviendo momentos delicados, sobre todo su entrenador, Ronald Koeman, que parece más fuera que dentro del club salvo que se repita varias veces lo que sucedió en este encuentro. En realidad, el Barça impuso la lógica: lo normal es que en un partido contra el Levante en el Camp Nou, salga vencedor. Pero viniendo de donde venía son algo más que tres puntos y un plus de moral para afrontar otra semana delicada, con el importante partido contra el Benfica en la Champions y la visita al campeón, el Atlético de Madrid.

Tuvo Koeman que recurrir de nuevo a la chavalería para formar su once titular. A las bajas ya sabidas por las lesiones, se unió la de Frenkie de Jong por sanción y la de última hora de Sergi Roberto. Total, que al lado de Busquets en el centro del campo estuvieron Gavi y Nico, dos críos prácticamente que demostraron que tienen madera para seguir en el primer equipo y para tener más oportunidades. Gavi ya lo había mostrado, habitual esta temporada para Koeman y titular ya ante el Cádiz siendo el más destacado, mientras que el hijo del mítico jugador del Dépor Fran salía de inicio por primera vez. Casaron a la perfección con el capitán y entre los tres dominaron el partido, cada uno a lo suyo. Desde el control de Busi, sumado a la presencia imponente de Nico y al desparpajo del inquieto Gavi, que se mueve de aquí para allá sin parar, se ofrece, quiebra, busca filtrar un pase... Sólo es tímido a la hora de tirar a puerta.

Pero si algo bueno tuvo el Barcelona fue la presión. Con mucho riesgo, ese que a veces hace que se descompense y que le cacen a la contra, persiguió la pelota con ansia y en ocasiones buscando a los rivales hombre a hombre. No tenía problemas Eric García en salir hasta la zona de la mediapunta para que no se girara Roger. Daba igual. La idea era que el Levante no pudiera salir. Y el conjunto de Paco López se ahogó. Ni en balones largos ni a través de pases cortos y triangulaciones logró quitarse el agobio, por lo que sufrió una tromba, montada principalmente en la banda izquierda. Hasta Coutinho tuvo un partido feliz. También Dest fue esta vez tan participativo como eficaz. Nadie desentonó en la presión y el juego colectivo, con Memphis más en plan solista. Pero es que el delantero neerlandés es así. Le encanta retar a los rivales, a uno o dos, pisar la pelota, enseñarla y esconderla, hacer ruletas... Y en una de esas acciones, nada más empezar, acabó en el suelo. Penalti. Él mismo lo lanzó y lo marcó. Después fue Luuk de Jong quien no perdonó el buen pase de Dest. Lo dicho, hubo para todos.

Si en algo pecó el Barcelona fue en no llevar el marcador más allá hasta el final, porque ocasiones tuvo de todos los colores, tanto en la primera mitad como después del descanso. No tardó Paco López en sacar a Morales y al Levante, aunque siguió sufriendo atrás, al menos se le vio más cerca de Ter Stegen con su futbolista más carismático. Rozó en un par de ocasiones el tanto, pero esta vez no se vivió ese momento tonto que suele tener este Barça endeble que muchas veces ni jugando bien gana fácil. Entró Riqui Puig y se unió a la fiesta, lo que también pondrá contento al presidente Joan Laporta, y acabó debutando Ansu Fati para delirio de la grada. Que saliera fue ya una alegría para todos, coreado desde el calentamiento. Pero es que además la primera clara que tuvo fue para adentro. Un gol que llevó al Camp Nou a tiempos mejores no tan lejanos.

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