La cara del Barça post Messi

Ansu Fati no puede negar lo que es fuera del terreno de juego: apenas un adolescente que el mes que viene cumple 19 años. «Buenos días», respondía a cada periodista antes de las preguntas que le hacían en su gran día. Lo decía con timidez, la que pierde jugando al fútbol. Está más suelto con botas y pantalón corto que vestido de traje como estaba en la presentación de su renovación con el Barcelona hasta 2027, con la cláusula antijeque de 1.000 millones. Precisamente unas botas son el reflejo de lo que le ha cambiado la vida al canterano en apenas dos años. Víctor Valdés, el mítico portero del club, cuenta una anécdota de cuando entrenaba al juvenil y estaba Ansu. El delantero tenía unas molestias en un pie. «Le dije que me ensañara las botas y eran un desastre. El dolor venía de ahí, sólo yo caí en que este era el motivo. Vi que estaban mal y fuimos a comprar unas nuevas», contó Valdés.

La puesta de largo de su renovación fue como la de una gran estrella, con lema incluido: «Dream Teen» (Sueño adolescente), haciendo un juego de palabras con el «Dream Team» (Equipo de ensueño) con el que se calificó la época de Cruyff en el banquillo. Pese a todo, la cautela es obligada. «Tenemos grandes esperanzas, es de las personas que tiene un talento especial, un don, pero hay que ayudarlo entre todos, no podemos meterle mucha presión. Él debe hacer su camino, es muy inteligente, es maduro para su edad. Para nosotros es ya una realidad, pero tenemos que ser prudentes», aseguraba el presidente Joan Laporta, encantado de haber conseguido retener al futbolista pese a la delicada situación económica del club y a que, como reconocieron todos, había tenido ofertas más importantes. «Siempre ha sido mi sueño poder triunfar aquí», admitió Ansu. Eso lo sabía Jorge Mendes, su representante, un hueso duro para las negociaciones, pero al final llegaron a un acuerdo. El sueldo no ha trascendido en una entidad que sigue buscando cómo reducir su masa salarial.

Mantener a Ansu era una prioridad para el club, lo mismo que pasó con Pedri hace unas semanas, y lo que pasará en breve con otros futbolistas como Gavi, Araujo, Nico... Durante muchos años se ha hablado en Barcelona de qué pasaría después de Messi, teniendo en cuenta que el argentino es el mejor futbolista de la historia del club y el sostén de los últimos años. La anterior junta, la de Bartomeu, pensó que el relevo llegaría con Neymar, pero el brasileño se fue, no hubo plan B y se despilfarró el dinero. La solución ante la crisis es mirar a la cantera. «Sería el sueño de todos mis compañeros de junta y míos hecho realidad, que podamos incorporar jugadores de gran nivel, porque lo tienen que tener para jugar en el primer equipo, y que vengan de La Masia», dijo Laporta, que presume de grupo por encima de las individualidades: «Hoy estamos con Ansu, el otro día con Pedri... Es una generación muy joven, pero que va pisando fuerte», admite.

El sueño es repetir lo de su anterior etapa en la presidencia, con la final de la Champions 2011 como gran ejemplo: Valdés, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Messi y Pedro fueron titulares; también lo hubiera sido Puyol, pero entró al final porque estaba con molestias. Es difícil repetir una generación como esa. Ya lo dice, de alguna manera, el propio Ansu Fati: «Lo de Messi no se puede igualar. Yo no he hecho nada todavía, mi carrera acaba de empezar». A ver hasta dónde es capaz de llegar, después de batir todos los récords de precocidad.