Claves
Lucía, Ana y Elena: hijas de Luis Rubiales y "feministas de verdad"
Las hijas de Rubiales ya fueron protagonistas durante su ruego a Jenni Hermoso, hoy han sido claves en su defensa ante la Asamblea de la web
Las denuncias se amontonan en la mesa del CSD y la petición de Jenni Hermoso a través su sindicato solicitando "medidas contundentes" unido a la apertura de expediente por parte de la FIFA parecían haber dado la puntilla definitiva al presidente de la RFEF y que hoy anunciaría su dimisión. Pero no ha sido así y en un giro inesperado no deja otra salida al Gobierno que tener que inhabilitarlo.
«No voy a dimitir». Hasta cinco veces lo repetía el presidente de la Federación Española ante los aplausos de la asamblea general para reafirmar su decisión de seguir al frente del fútbol español. El motivo según él es que el beso a Jenni Hermoso era consentido y tan "falto de deseo" como si se lo diera a sus propias hijas.
Unas hijas que se ya se convirtieron en protagonista al desvelarse como se gestó el vídeo de disculpas y unas hijas que hoy han vuelto a ser utilizadas por su padre para armar su defensa ante la Asamblea de la Federación.
Ante la tormenta política y social desatada, tanto por su actitud tanto el palco como por el inadecuado beso a una jugadora, el presidente de la RFEF se vio obligado a garbar un vídeo de disculpas que dio mucho que hablar por como se gestó.
Relevo desveló -y no ha sido desmentido- que Luis Rubiales pidió a Jenni Hermoso durante el vuelo de regreso a España que saliera con él explicando lo que había ocurrido durante la entrega de premios de Sídney tras el triunfo por 1-0 ante Inglaterra y lo hizo con un ruego muy particular. "Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo", le dijo Rubiales a Jenni Hermoso. Algo a lo que a la futbolista se negó. Ante la negativa de la jugadora, el técnico de la selección española, Jorge Vilda, también intentó presionar a la familia de Jenni para que la "convencieran de hacer lo correcto" pero tampoco tuvo éxito.
Y hoy, de nuevo sus hijas, se han convertido en clave de su defensa. Lucía, Ana y Elena, unas "feministas de verdad", según Rubiales, en contraposición al falso feminismo de Yolanda Díaz en Irene Montero.
Los mensajes a sus tres hijas
"Hija mía, no llores, tienes que estar tranquila y contenta, ¿sabes? Y orgullosa de quién es tu padre. Tienes que estar orgullosa de quién es tu padre", comenzó diciendo el mandatario con lo que quedaba claro para todos los medios que sus hijas estaban presentes.
«Quiero decir mirando a mis tres hijas que están ahí que hoy tienen que aprender una lección sobre lo que es la igualdad. La igualdad no es diferenciar cuando hay una opinión entre lo que dice el hombre y lo que dice la mujer. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira, y yo estoy diciendo la verdad. Hijas, aprendedlo, es una lección de vida. Vosotras sí sois feministas de verdad, no el falso feminismo que hay por ahí. Ese falso feminismo no busca la justicia, la verdad, no le importan las personas», añadió el dirigente.
Durante una entrevista en ‘Viajando con Chester’ con Risto Mejide, Rubiales ya hablo de sus hijas, fruto de su matrimonio con la abogada Manuela Delicado Vega: "Mis hijas son muy fuertes, más fuertes que yo. Yo me considero un tío fuerte, pero lo de mis hijas no es normal".
Su hija mayor estudia Historia del Arte, es "una tía muy sensible", en palabras de su padre, y tiene un compromiso "con ella misma y con la sociedad". "La mediana es la que más se parece a mí, quizá la más reivindicativa y es, además, una tía con una inteligencia bestial”, dijo entonces el dirigente deportivo. La más pequeña, Elena, ha seguido sus pasos, es futbolista y usa el mismo número que su padre, el 17.
Su presencia en una asamblea como la de hoy ha generado un intenso debate en redes.
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