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El Barça hace feliz al fútbol

Gana en Málaga y firma la mejor primera vuelta de la historia. Messi marcó y asistió luego a Cesc

Lionel Messi celebra un gol ante el Málaga
Lionel Messi celebra un gol ante el Málagalarazon

El balón sonríe cuando sabe que va a jugar con el Barcelona. Le esperan las caricias de Iniesta, los mimos de Xavi o el cariño de Messi. Es la envidia de todos los demás porque va a formar parte de la historia como testimonio privilegiado de un equipo eterno. Porque el fútbol es feliz gracias al Barça. A su juego. A su brillo. A su eficacia. A su saber ganar. A su saber perder, cuando eso suceda. Porque esa palabra ha desaparecido del diccionario azulgrana, vencedor ayer en La Rosaleda y dueño ya en solitario del mejor inicio de toda la historia de la Liga con 18 triunfos y un empate en una primera vuelta casi perfecta.

No se le resiste nadie al equipo de Tito Vilanova, felizmente sentado en el banquillo y artífice de un Barça que se sigue mejorando a sí mismo cuando ni el más optimista atisbaba margen de progreso. Heredó el técnico un equipo campeón, un equipo que había ganado todo y que había asombrado al mundo del fútbol. Y Vilanova, con todo lo que tiene encima, lo está mejorando. A falta de títulos, sus números superan a los de Guardiola y las sensaciones que transmiten sus jugadores es que esto no tiene fin.

Era el Málaga un excelente rival para medir al líder. Para plantearle problemas y atacar sus puntos débiles. Aunque la primera sensación, la decisión de Pellegrini de poner a Santa Cruz en lugar de Saviola, ya dejaba entrever que el envite quizás no iba ser en todo lo alto. Porque jugarle de tú a tú a este Barça sólo está al alcance de unos pocos, amén de que supone un suicidio en toda regla. Así que el Málaga decidió recular un poco, reducir los espacios e intentar bloquear el juego de su rival.

Tardó media hora el equipo azulgrana en entrar en el partido, pero cuando lo hizo no dejó lugar a dudas. Estaba el Málaga cuajando un buen encuentro y le costaba a los azulgrana generar peligro. Sólo una llegada de Messi, que Caballero desbarató con el brazo derecho. La «Pulga» puede perdonar una vez, pero a la segunda es letal. Camacho se equivocó cediendo el balón atrás, un pase que acabó en los pies de Messi, que sentó a Caballero con un quiebro y anotó con la derecha.

El primer tanto del Barça desató la tormenta. Iniesta comenzó a hacer magia con el balón, Piqué se prodigaba en ataque, señal del buen momento que atraviesa, y Busquets canalizaba todo el juego de su equipo. No ocupa portadas, no marca goles, no gana Balones de Oro, pero es la pieza más importante en el engranaje de Vilanova. Es el que hace carburar al Barcelona y alguien, algún día, le hará justicia.

La lucha de Santa Cruz y el trabajo incansable de Isco eran en balde. La pelota había empezado a volar, a pesar del mal estado de terreno de juego y los resbalones correspondientes. Bastaba un gesto para que los jugadores del Barça se entendieran. Y pocos se entienden mejor que Messi y Cesc, que culminó un pase en profundidad del argentino escorando el balón lejos del alcance de Caballero en la primera jugada del segundo tiempo. No existe receta cuando los azulgrana se ponen en este plan.

La Rosaleda lo protestaba todo, pero también gozaba cada vez que el balón, el afortunado balón, le llegaba a Iniesta, que dejó su firma con varias jugadas sólo al alcance de los elegidos. Salió Thiago al final y tuvo el premio del gol con un disparo lejano. También salió Buonanotte, que anotó de falta el del honor para un desarbolado Málaga. Pero cuando Delgado Ferreiro pitó el final, el más sonriente era el balón, que le podrá contar a sus nietos que él estuvo en Málaga aquel día.

Casi una liga entera marcando goles

El objetivo del Barcelona es ganar títulos, pero al paso que va habrá que dudarlo y empezar a valorar seriamente la teoría de que los azulgrana sólo buscan triturar récords. Desde la llegada de Pep Guardiola al banquillo, en la temporada 2008-09, el impresionante palmarés del Barça ha venido acompañado de récords para la historia. Récords que no se acaban y que Tito Vilanova va camino de dejar atrás. Guardiola estaba al mando del equipo barcelonista en El Madrigal, a finales del mes de enero de 2012. El Barça empató esa tarde (0-0) ante el Villarreal de Molina. Un resultado más que habitual en cualquier Liga, pero poco común para los azulgrana. Desde entonces, el Barcelona ha marcado al menos un gol en todas las jornadas de Liga que ha jugado. Acumula ya 37 jornadas seguidas marcando, algo que no había hecho ningún equipo antes en la historia de la competición, superando las 36 que el propio conjunto azulgrana había logrado en los años 40. Eso significa que lleva prácticamente una Liga entera marcando goles, una brutalidad incluso para este Barcelona. Tras repetir ante el Málaga en Copa del Rey el próximo miércoles, el equipo de Vilanova visitará Anoeta el sábado. Marcando ante la Real Sociedad, culminará una Liga entera marcando un gol. 38 jornadas seguidas. Una medalla que se podrán colgar a medias entre Tito Vilanova y Pep Guardiola, artífices del éxito.

- Ficha técnica:

1.- Málaga: Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Weligton, Monreal; Eliseu (Buonanotte, m. 64), Toulalan (Iturra, m. 68), Camacho, Isco; Joaquín (Portillo, m. 82) y Santa Cruz.

3.- Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Piqué, Jordi Alba; Pedro (Alexis Sánchez, m. 77), Busquets, Xavi, Iniesta; Messi y Cesc Fábregas (Thiago, m. 72).

: Goles 0-1, M. 26: Messi. 0-2, M. 49: Cesc Fábregas. 0-3, M. 82: Thiago. 1-3, M. 89: Buonanotte.

Arbitro: Delgado Ferreiro (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Camacho (m. 53), y a los jugadores del Barcelona Cesc Fábregas (m. 64) y Sergio Busquest (m. 68).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 30.000 espectadores