A partir del minuto 32 del partido ante Kosovo España volvió a depender de sí misma para conseguir el billete directo al Mundial de Qatar. Y no fue porque los de Luis Enrique dieran un espectáculo de fútbol y goles en Pristina, todo lo contrario, sufrieron mucho y volvieron a ser ese equipo flojo en las dos áreas que se puede ver superado por los rivales más modestos. La falta de calidad de los delanteros kosovares evitó el desastre y el resto lo hizo Grecia, que echó una mano gigante a España con su victoria en Atenas ante Suecia. Ese resultado (2-1), con goles de Bakasetas, Pavlidis para los helenos y de Isak para los nórdicos, permite que a los españoles les vuelvan a salir las cuentas y tengan en su mano definir la clasificación para Qatar ganando los dos partidos que le quedan el próximo mes de noviembre.

El tropiezo de los suecos ayer compensa el empate que los de Luis Enrique cedieron en casa contra Grecia en marzo, y permite que la derrota de la semana pasada en el Friends Arena de Solna tenga todavía solución, devolviendo el golpe a los nórdicos en el cierre de esta fase de clasificación el 11 de noviembre en La Cartuja de Sevilla.

Un respiro que va a permitir a la selección poder ir más tranquila en el parón de octubre a buscar el título de la Liga de Naciones, que se definirá en Roma con un formato de final a cuatro. España se medirá en semifinales a Italia el 6 de octubre y el ganador luchará por el trofeo ante Bélgica o Francia.

Después de eso retomarán el camino hacia la próxima Copa del Mundo y lo harán con el destino en su mano, aunque las decisiones de Luis Enrique siguen despertando dudas. Otra vez se empeñó en colocar a Marcos Llorente de lateral, en contra de la opinión de todo el mundo y del propio futbolista. Y una vez más hizo muchos cambios respecto al once de Georgia, que había funcionado. Sólo Unai Simón, Laporte, Ferran y Carlos Soler han sido titulares en los tres partidos de este parón. Las cuentas salen, pero siguen las dudas y hasta Luis Enrique reconocía el sufrimiento: «Ha sido un parto», reconocía. «Es lo que hay la igualdad es máxima y aquí nadie gana cuatro partidos seguidos», añadía.

Pitos al himno

La visita a Kosovo no es del todo normal para los rivales porque se trata de un territorio no reconocido por las Naciones Unidas. La selección fue recibida con un mosaico en las gradas del Estadio Fadil Vokrri en el que se podía leer: «Bienvenidos a la República de Kosovo», y durante el himno español se escucharon algunos pitos de una minoría los aficionados.