España fue pura vida ante Costa Rica

Es muy difícil sacar alguna conclusión negativa después del debut de España. Lo más seguro es que en realidad no hay ninguna, a menos de que se caiga en el error de pensar que con la goleada hay más posibilidades de conseguir objetivos importantes. Costa Rica dejó mucho que desear.

Con Rodri de central, que pasó inadvertido ante la incapacidad de los ticos, y Asensio como falso 9, Luis Enrique demostró haber hecho una espectacular lectura de un partido que transcurrió como se había imaginado. La movilidad de los tres de arriba, intercalando sus posiciones, la aparición de Asensio entre líneas, la presión tras pérdida, la intensidad del equipo a pesar de la goleada, Pedri... muchas cosas positivas.

Fue la idea futbolística de siempre, pero con una contundencia pocas veces vista. La derrota de Alemania ante Japón le da más importancia al partido del domingo, que será vital para los teutones. A pesar de las derrotas de Argentina y Alemania, las favoritas han demostrado ser superiores a sus rivales, a falta ver a Brasil o Portugal. Sería un error garrafal sentirse favorito ahora como lo es pasar facturas por golear a Costa Rica. El comienzo es inmejorable, pero lo importante es como se termina y queda un mundo. Luis Enrique ya ha avisado que no repetirá el once ante Alemania. «El elogio debilita”, dice el seleccionador, pero es muy difícil, casi imposible y seguramente injusto, decir algo negativo del partido con el que España se ha estrenado. La selección fue pura vida ante Costa Rica.