¿Qué haría el Al Sadd de Xavi contra La Roda?

Por fin se hace carne en el Camp Nou Xavi Hernández, un magnífico mediocentro, seguramente irrepetible, pero que como técnico todavía tenemos que descubrir si será Zidane o Pirlo, que se estrelló con la Juventus. Laporta lo venderá como la solución a todos los males del Barcelona, no le queda otra y todos lo haríamos, pero tiene trabajo por delante. A veces es más importante la ilusión que la realidad y bien lo saben los curanderos y vendedores de crecepelo: la fe mueve montañas y vacía los bolsillos de los incautos. La teoría es que en cuanto Xavi firme el contrato, esa falta de personalidad que el equipo tuvo ante el Celta para dejarse empatar se convertirá en aplomo. Los canteranos, de repente, jugarán como si fueran treintañeros experimentados y Dembélé y compañía dejarán de lesionarse. Incluso, los bebés de los futbolistas del Barcelona dormirán nueve horas seguidas cada noche y no perturbarán el sueño de sus padres.

Todo será perfecto... o no, porque Xavi tendrá más difícil que Guardiola ser Guardiola. Ya no estarán Messi, Iniesta, Suárez o Neymar. Ni siquiera Xavi podrá ponerse a jugar a sí mismo y eso ya es empezar perdiendo. Laporta vuelve a girar el tambor del revólver esperando que la bala que le toque sea la buena, como la otra vez que buscó un entrenador entre los ídolos pasados.

Guardiola y Zidane quizá sean los dos mayores aciertos de la historia en su especie. De novatos a técnicos legendarios, aunque tres Champions y dos Ligas después, acechando el récord de Miguel Muñoz, todavía algún tuitero recordaba a Zizou, cada vez que perdía un partido, lo de que no pudo ganar a La Roda con el Castilla. No sabemos cómo quedaría el Al Sadd de Xavi si jugase en La Roda, pero está claro que arriesga mucho.