El Gran Derbi

Un Sevilla-Betis pintado de verde

El Betis, en plaza Champions y local, es el gran favorito en el derbi contra un Sevilla en puesto de descenso

Nabil Fekir será titular con el Betis en el duelo del Villamarín ante el Sevilla
Nabil Fekir será titular con el Betis en el duelo del Villamarín ante el SevillaDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Fuera caretas: los trece puntos que el Betis le lleva al Sevilla, la condición de local y, sobre todo, las sensaciones contrapuestas que desprenden los vecinos sevillanos en este arranque premundialista de la temporada han convertido al derbi hispalense que se dirime este domingo en el Benito Villamarín en la oportunidad soñada por el pueblo verdiblanco para recetarle una tonelada de quina a sus vecinos blanquirrojos. Todos los pronósticos dan por descontada la victoria bética y un puñado de palabras agudas (devastación, aniquilación, humillación) lubrican los sueños de goleada de las vísperas sobre unos sevillistas que se agarran al peso de la historia: dos triunfos locales y ocho visitantes ha habido en los tres últimos lustros. El tópico peso de la camiseta.

También eso que los anglosajones llaman el «momentum», es decir, esas peculiaridades coyunturales que tanto pesan en la alta competición. El Betis, con alguna baja principal como Luiz Felipe o el mito Joaquín, afronta el partido con sus estrellas en orden de combate, incluido Guido Rodríguez, imprescindible cemento en la zona ancha que reaparecerá tras dos partidos ausente. En el Sevilla, Isco está sancionado, Marcao, su central más potable, se lesionó el miércoles en Manchester y el sistema defensivo, permeable total, pende de tres jugadores que salen de lesión como Nianzou, Rekik y Fernando, ninguno de los cuales garantizará su disponibilidad hasta el entrenamiento programado esta misma mañana. Definitivamente, la euforia juega contra la depresión.

Se dice a menudo que estos derbis suelen decidirse por detalles, por un error o un chispazo, y todo el mundo imagina mil posibilidades en las que un sevillista puede fallar o en las que un bético puede regalar una genialidad. Viceversa, no.

Los dos entrenadores, como curtidos veteranos que son, huyeron en la víspera del partido de los pronósticos evidentes. Ni a Pellegrini le interesa proclamar su favoritismo ni nada gana Sampaoli con admitir que tiene la sensación de acudir al matadero. «Será dificilísimo. El Sevilla tiene una gran plantilla, de coste Champions, y no es normal su mala clasificación», señaló el preparador chileno. «Jugar un partido así con esta camiseta genera una alegría enorme», aseguró el técnico argentino.

El precedente más cercano en el Villamarín, en la eliminatoria copera de enero, se jugó en dos sesiones por el lanzamiento de un palo desde la grada y tanto Sampaoli como Pellegrini pidieron comedimiento a los más revoltosos: «Esta rivalidad es bonita. Nunca se va a enterrar el hacha de guerra entre Betis y Sevilla, pero que solo sea una cuestión futbolística», quiso puntualizar el entrenador local.