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Real Madrid-Athletic (1-0): Aferrados a Courtois y al liderato

El equipo de Ancelotti sufrió para ganar al rival. Courtois volvió a ser decisivo para sumar los tres puntos que lanzan al líder de LaLiga

El guardameta belga del Real Madrid, Thibaut Courtois (i), despeja el balón ante su compañero, el brasileño Militao y el delantero del Athletic Club, Raúl García (d), durante el encuentro de LaLiga
El guardameta belga del Real Madrid, Thibaut Courtois (i), despeja el balón ante su compañero, el brasileño Militao y el delantero del Athletic Club, Raúl García (d), durante el encuentro de LaLigaKiko HuescaEFE

Va salvando escollos el Real Madrid mientras se afianza como líder de LaLiga y se convence a sí mismo y a los rivales que es un rival al que para tumbar hay que hacerle mucho daño. Le compitió el Sevilla y acabó en la lona y nunca dejó de pelear el Athletic, pero regresó a Bilbao sin marcar y sin puntos pese a que llegó quizá con más claridad que los locales. Pero el Madrid es resistente, tiene un portero que vale campeonatos, capacidad de sufrimiento y esa suerte que decide tantas cosas. Y tiene a Vinicius, Benzema y Courtois, claro. Con eso manda más que ayer..

Fue un partido sin un dominador claro, con el Madrid subiendo y bajando en su ánimo, pero sin terminar de hacerse con el mando y con el Athletic insistiendo en el área rival, pero sin terminar de encontrar la portería. Acosó al Madrid, juntó Marcelino a los hermanos Williams en el ataque y el esprint final fue suyo.

Pero ninguno de sus jugadores es tan decisivo como Vinicius, que despertó al Madrid de un latigazo en la primera parte y con eso se llevaron los tres puntos los de Ancelotti. Fue como si sonara el despertado, es decir, arrancó Vinicius y resolvió el choque. Arrancó la jugada y la remató Benzema, que es como empiezan y acaban las cosas interesantes del líder de LaLiga, ahora un poco más y que ya ha resuelto dos de los cuatro intensos choques de LaLiga con victoria. El plan es llegar a Navidad con sobresaliente en la nota del primer trimestre y mirar desde arriba y desde lejos a los demás.

Por eso no cambia Ancelotti al equipo, aunque sumen minutos los jugadores con más años. Lo explicó antes del choque: no va a cambiar lo que funciona porque no es Ancelotti un entrenador que se boicote a sí mismo, que los hay. Ya descansarán cuando los rivales tengan menos nombre o cuando vea las cosas más clara. Su plan de descansos es restarles minutos en los partidos. Por eso raramente Modric juega más allá del minuto 70 y tampoco acaba Kroos. Empieza a ser una rutina la salida al campo de Camavinga y Valverde para tener aire al final.

Ancelotti, ahora, quiere victorias y confianza y por eso las única posiciones que varía son las de la banda derecha. Asensio juega porque Rodrygo sigue flojo y por ahora se van a turnar y detrás, dio descanso a Carvajal para evitar que se rompa.

Dice Ancelotti que sobre todo quiere que la defensa se coordine mejor y es verdad que lo necesita. Contra el Athletic dejó algunas dudas y una extraña sensación: las actuaciones individuales fueron buenas, las colectivia en cambio es mejorable. El Madrid permitió llegadas del Athletic que obligaron a Courtois a hacer la cosas extraordinarias que hace de manera ordinaria. Sobre todo el balón que sacó a Raúl García, que si entra, hubiese dolido doble en el Bernabéu porque su relación con el delantero del Athletic es tormentosa. Esta vez el jugador vivió con menos intensidad el patido, más centrado en el fútbol que en repartir patadas a destiempo. Es un adelanto.

El Athletic llegó al Bernabéu como equipo menos goleado y para comenzar demostró por qué. Muy cerrado atrás, ordenado y concentrado en que Vinicius no tuviera espacio para correr. Quería aburrir al Real Madrid y lo consiguió. Se cansaron los de Ancelotti de mover la pelota y de poner centros desde la banda que no iban a ningún sitio y le entró un peligroso ataque de tedio

De repente el Athletic encontró a Williams y sus velocidad. Cambió la situación del choque, quitó la pelota al Real Madrid y le empujó a su área. Ahí le hizo dudar. Militao tuvo que emplearse a fondo para que Williams no hiciese daño mientras Courtois dejaba de tener frío. Cada partido que crece, cada minuto que pasa es mejor guardameta. Hace tiempo Ancelotti aseguró que iba a dar partidos a Lunin, pero es que con Courtois así no encuentra el momento.

Volvió el Madrid en sí con el tanto que empezó a fabricar Vini. El brasieño, además, dejó un par de detalles de esos que provocan un «oh» espontáneo en la grada. No está tan claro, sin embargo, que fueran más útiles que hermosos.

La segunda parte fue más igualda hasta que el tiempo metió prisa al Athletic y definitivamente se volcó en la portería contraria mientras Ancelotti reforzaba un centro del campo al que el rival pasaba con demasiada facilidad. No fue un rato fácil. Acabó Unai Simón yendo a rematar la última jugada. Había parado bien antes. Pero no como Courtois.