Tito Vilanova

Una obra a medias en el banquillo

Con Jordi Roura
Con Jordi Rouralarazon

Francesc 'Tito' Vilanova dirigió al FC Barcelona en la temporada 2012-13 hasta que la fatalidad del cáncer le obligó a cesar en su función en medio de la pretemporada de la siguiente campaña, lo que condujo a la entidad a buscar un sustituto, el argentino Gerardo Martino.

A pesar del corto periplo en la dirección del primer equipo, que dejó una obra a medio hacer, Vilanova cuajó una larga trayectoria en el banquillo azulgrana donde recaló en el fútbol base en la temporada 2001-02, donde ya dirigió al joven Lionel Messi, cuando era cadete, pero a la siguiente temporada abandonó la entidad, con la entrada de Joan Laporta en la presidencia, para iniciar un carrera fuera del club hasta que Josep Guardiola reclamó sus servicios.

En el Barça en la temporada 2007-08, fue segundo de Guardiola en el Barcelona B que ganó la Liga de la tercera división y el posterior ascenso a la segunda división B. Aquella campaña y debido a una gravísima crisis deportiva e institucional llevó al club a prescindir de Frank Rijkaard e impulsar una revolución con Guardiola y Vilanova.

La primera temporada de ambos en el primer equipo acabó con el año más triunfal de la historia de la entidad, con un triplete nunca antes firmado: Copa del Rey, Liga y Liga de Campeones, copas a las que se sumó aquel 2009 las Supercopas de España y Europa, además del mundial de clubes de Abu Dabi.

De la mano de Guardiola, Vilanova tuvo un recorrido triunfal hasta que en verano del 2010 Joan Laporta dejó la presidencia y fue sustituido por Sandro Rosell, vencedor por mayoría absoluta en las elecciones. Las relaciones entre Guardiola y en nuevo mandatario se enrarecieron hasta el punto de que el técnico no renovó y abandonó el Barcelona.

Una vez que Guardiola comunicó su marcha, el secretario técnico Andoni Zubizarreta entregó de inmediato el testigo del primer equipo a Vilanova, quien aceptó sin pestañear, lo que motivó una cadena de malentendidos hasta el punto que la relación entre los dos técnicos fue la comidilla en el entorno azulgrana durante mucho tiempo.

Las supuestas tensiones en la relación entre ambos por haber aceptado el cargo Vilanova quedaron expuestas en público cuando éste reconoció sin tapujos que había echado de menos que Guardiola le visitase con más asiduidad en Nueva York cuando ambos coincidieron; el primero, realizando un tratamiento contra el cáncer y, el segundo, alejado del Barça en un año sabático.

Antes de este episodio, Vilanova se puso manos a la obra para dar continuidad al Barça que había visto crecer junto a Guardiola, pero poco antes de final de año el club suspendió la reunión tradicional con los medios para Navidad e informó de que a Vilanova se le había detectado un cáncer en la glándula parótida que requería que se retirase durante un tiempo para llevar a cabo un tratamiento en los Estados Unidos.

El Barcelona de Vilanova firmó la mejor primera vuelta de un equipo en la primera división, y después de unos meses ausente, con su ayudante Jordi Roura al cargo del primer equipo, ya en el 2013, regresó justo para ver caer a su equipo en la Liga de Campeones, en el que fue el mazazo deportivo de la temporada, al despedirse de la Liga de Campeones por un global de 7-0 contra el Bayern de Munich. A pesar de este episodio, el Barcelona ganó una Liga de 100 puntos.

Después de que el presidente Rosell apostase por no realizar ningún tipo de cambio en la dirección del equipo cuando Vilanova debió retirarse a Estados Unidos, quedando Jordi Roura al cargo del primer equipo, la temporada 2013-14 volvió a tener a Tito Vilanova como máximo responsable del FC Barcelona, al que exigió la llegada urgente de un central.

El Barcelona contrató a Neymar, subió al primer equipo a Sergi Roberto y se olvidó del central, a pesar de que Vilanova no cesó en su empeño, ya que estaba dispuesto a esperar hasta el último día del mercado de verano, ya que esperaba un giro radical en la apuesta que hacía con el brasileño Thiago Silva para que vistiese de azulgrana.

No obstante, después de someterse a un control rutinario los resultados desvelaron que el cáncer se había reproducido, situación que obligó al club a intervenir de otra forma en el escenario veraniego; el 19 de julio pasado el presidente Rosell anunció que Vilanova cesaba en sus funciones y que iniciaba un nuevo proceso de recuperación.

Vilanova, que el día anterior había dirigido a los suyos en el campo de entrenamiento, sufrió un golpe letal justo cuando creía que había superado lo peor del proceso, como así había reconocido a los suyos, y que se encontraba con todas las fuerzas del mundo para ponerse manos a la obra en el nuevo proyecto azulgrana.

Vilanova se apartó casi por completo de la escena pública y sólo se le ha podido ver en algún momento muy puntual en el Camp Nou para seguir las evoluciones de un Barça que ya contaba con otro técnico, el argentino Gerardo 'Tata' Martino'.

El Camp Nou llegó a brindarle un mosaico con motivo del partido Barcelona-Real Madrid de Liga, con el mensaje 'Força Tito', y su nombre siempre ha estado en boca del barcelonismo para apoyarle y brindarle su respeto, incluido Josep Guardiola, quien se mostró muy afectado en la última recaída de su amigo: "Lo de Tito es muy, muy duro para mí. Es mi amigo. Le quiero tantísimo".